México, D.F. / Marzo 20.-
El duelo entre América y Pumas, aunque no ha alcanzado la categoría de Clásico para los medios, es de los que mayor pasión levanta entre sus aficiones y los jugadores.
Fuera de la cancha, también se enfrentan los dos grupos de animación más numerosos y fieles del futbol mexicano y que son completamente antagónicas y que no toleran que su equipo pierda ante el rival odiado.
Un agrio debut
El equipo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ascendió a la Primera División del futbol mexicano y su primer juego en la máxima categoría fue ante las Águilas el 18 de agosto de 1966. Los emplumados golearon 5-1 a los felinos en el recién estrenado estadio Azteca y más adelante alcanzarían el subcampeonato, ese año Toluca se coronaría.
El primer triunfo como locales
Los Pumas ya aparecían en la papeleta y ante la Federación Mexicana de Futbol como locales en el Estadio de Ciudad Universitaria el 1 de diciembre de 1966.
Con casi dos años antes de que el escenario se convirtiera en olímpico, los universitarios se llevaron la victoria al ganar 4-1 en lo que fue el décimo enfrentamiento entre ambas escuadras.
La primera final
La primera final, el 28 de mayo de 1985, entre estos dos equipos se tuvo que definir en un tercer partido después de que en los dos anteriores quedaran empatados en el marcador global.
El cotejo se llevó al estadio de la Corregidora de Querétaro, el cual registró un llenó total, el cual estuvo rodeado por la polémica del favoritismo arbitral hacia el América, en esta ocasión el silbante Joaquín Urrea fue el protagonista.
La victoria y el campeonato se lo llevó el cuadro de Coapa con goles de Daniel Alberto Brailovsky y de Carlos Hermosillo, mientras que Ricardo Ferreti descontó por los felinos.
En este encuentro siempre quedarán para la posteridad las dos jugadas que el árbitro determinó el rumbo, la primera fue cuando Félix Cruz cometió una mano y Urrea marcó penal a favor del América, minutos más adelante Alfredo Tena se vio involucrado en una situación similar y no sancionó a favor de los auriazules.
La segunda final
El 3 de julio de 1988 Águilas y Pumas se vieron las caras en busca de un campeonato.
América perdió el partido de ida 1-0 en Ciudad Universitaria, por lo que debían ganar el cotejo de vuelta para llevarse la corona mínimo por dos goles.
En un pletórico estadio Azteca repleto y con la mayoría de la afición de su lado, los azulcremas vencieron 4-1 a los felinos con anotaciones de Gonzalo Farfán en dos ocasiones, Adrián Camacho y Antonio Carlos Santos, mientras que Luis Flores descontó de lado universitario.
La tercera es la vencida
Después de dos finales perdidas ante América, el 22 de junio de 1991 los Pumas llegaban como el equipo más fuerte, superlíderes del campeonato, más goleador, con el campeón de goleo de aquella temporada, Luis García con 26 goles.
La UNAM cerró la fase regular con número sorprendentes; 25 ganados, cinco empates, ocho derrotas, 67 goles a favor y 30 en contra.
El primer episodio de esta final fue una apretada victoria para el equipo amarillo por marcador de 3-2, sin embargo, la historia sería completamente diferente en la vuelta jugada en CU.
Ricardo Ferreti se convertiría en el héroe y símbolo del conjunto azul y oro al conseguir uno de los goles más impactantes de la historia del futbol mexicano y que le dio el título a su escuadra.
El marcador global era 3-3, pero la excelente campaña de los felinos rindió frutos al darles la corona tan deseada ante el rival odiado.
Para reafirmar la pasión
Era el 11 de abril de 1996 cuando los juegos de recalificación ubicaron a Pumas y América en el camino rumbo a la corona del futbol mexicano.
En el partido de ida Pumas era tercero del grupo 4 con 50 puntos y tuvo que buscar su boleto ante las Águilas, que a pesar de ser segundo del grupo 3 tenía cuatro puntos menos y vivía una crisis que había costado el trabajo a Marcelo Bielsa cuando sólo le restaban dos jornadas al torneo.
Las Águilas sacaron una ventaja de 2-0 en el estadio Azteca, con goles de Francois Oman Biyik y Luis García, jugador de la cantera universitaria.
Este resultado sería definitivo, ya que en la vuelta los auriazules no pudieron descifrar el cerrojo amarillo y que le dio el pase a la siguiente ronda.
El árbitro, otra vez
Un partido de gran expectación y polémica se suscitó en Ciudad Universitaria el 21 de agosto de 1997.
Pumas se había ido al frente desde el minuto 12 con gol de Miroslav Cermelj, pero los últimos minutos de la primera mitad resultaron de verdadero escándalo, primero cuando Leo Rodríguez al 43 marcó el empate americanista, aprovechando un claro error defensivo y dos minutos después Armando Archundia marcó un penal dudoso para que Alberto García Aspe, otro ex Pumas, convirtiera el 2-1 definitivo.
Los del Pedregal no pudieron reaccionar a pesar del fuerte apoyo de su afición en la tribuna, América terminó con nueve hombres después de las expulsiones de Zague al minuto 45 y José Luis Salgado en el 68′.
El día que Olalde dejó de ser mudo
En una temporada que parecía mala para Pumas, el 18 de mayo del 2000 rectificaron el camino en un juego donde el delantero Jesús Olalde ‘El Mudo’ tuvo actuación inolvidable.
Al minuto 15, Olalde abrió el marcador y a partir de ahí el duelo se tornó cerrado, hasta que antes de irse al descanso Felipe Ramos Rizo marcó un penal a favor de los universitarios que hizo efectivo el propio Olalde al 41′.
Tras la pausa América acercó por medio de un autogol de Fernando Ochoaizpur al 59, pero el dominio universitario era total en una tarde inspirada para El Mudo que marcó su tercero del día dejando la puerta abierta a Luis Ignacio ‘Gonzo’ González quien puso el marcador definitivo.
Gracias a esa victoria, los universitarios se encaminaron a su pase a la liguilla.
El América campeón, intratable
En los momentos clave, América ha salido con el triunfo y así fue en este duelo de semifinales en Ciudad Universitaria el 18 de mayo de 2002.
El marcador de este partido de vuelta fue 2-1 a favor de los de Coapa que con el 0-0 de la ida dieron el boleto al equipo dirigido por Manuel Lapuente, ante unos felinos que tenían a Hugo Sánchez en su primera etapa como técnico de los felinos.
Miguel España metió el balón en su propia portería para dar la ventaja a las Águilas desde el minuto 6 y aunque Víctor Müller empató para los universitarios antes del descanso, América se llevó el triunfo con gol de Christian Patiño.
A la larga, los de Coapa se coronarían en una de las finales más discutidas al vencer al Necaxa, equipo que es propiedad del mismo dueño.
La feria del gol
Leo Beenhakker regresó al banquillo de las Águilas y la afición soñaba con aquellos partidazos en su primera etapa, pero la realidad fue más cruel cuando no lograron calificar a la liguilla.
Era el 13 de agosto del 2003 cuando estas dos escuadras se vieron las caras en la jornada uno, pero que fue reprogramado.
El duelo con más goles que ha habido entre estas dos escuadras que se definió 4-3 a favor de los universitarios. Los goles marcaron la pauta y siempre dieron la ventaja a Pumas, primero con Darío Verón, después el arquero americanista Alberto Becerra puso el 2-0 con un autogol, Jaime Lozano ponía lo que parecía una ventaja infranqueable al 53 rematando con la cabeza un pase de Taborda, pero en una gran reacción americanista, Sergio Blanco abrió el marcador al 53, después en tiro libre, Pável Pardo acercó a 3-2 al 65, para que llegara Ricardo Rojas e hiciera el del empate al 85.
En el tiempo de compensación, el ‘Kikín’ Francisco Fonseca convirtió el gol del gane y obtuvo una noche llena de goles y satisfacción para miles de aficionados.
Sin duda este partido tiene una historia muy larga y de grandes momentos, la cual busca que el partido de este domingo tenga las mismas o más emociones que los anteriores.
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