Monterrey, N.L. / Nov. 17
Emotiva despedida de los ruedos tuvo el matador Eloy Cavazos ayer, en la corrida realizada en la Plaza Monumental Monterrey Lorenzo Garza, en la que cortó cuatro orejas y dos rabos.
En el festejo en el que se lidiaron dos toros de El Vergel y cuatro de Bernaldo de Quiroz, también actuaron el diestro Alejandro Amaya, quien cortó dos orejas, y el rejoneador Gastón Santos, quien se fue sin trofeos.
Cavazos dijo adiós en la plaza que lo vio nacer como matador hace 42 años y sobre un escenario que lució repleto de aficionados, como hace mucho no se veía en este embudo.
En los tendidos del coso regiomontano estuvieron presentes diversas personalidades entre las cuales sobresalieron los cantantes Marco Antonio Muñiz y Emmanuel, así como la actriz Verónica Castro, además del gobernador de Nuevo León, José Natividad González, entre otros.
Eloy Cavazos toreó al tercero y sexto de la tarde, dado que así se determinó previamente fuera el orden de los coletas, y su primero se llamo “Inolvidable”,
El espada estuvo bien con el capote y con la muleta logró pases con calidad por ambos lados, entre el “olé” de los presentes en la Lorenzo Garza.
Cavazos alborotó más aún los tendidos cuando ejecutó la “regiomontana” y despachó de entera desprendida, por lo cual surgieron los gritos de “torero, torero” y la autoridad le concedió dos orejas y rabo.
Ante el cierraplaza, de nombre “Maestro”, el matador toreó bien a la verónica y con la franela una vez más lució con ambos lados, le pegó un arrimón y ello animó a los presentes.
Entre las notas de “Las Golondrinas”, el diestro hilvanó su labor y tras eliminar de entera en buen sitio los tendidos se tiñeron de blanco, en petición de los trofeos.
El juez de plaza concedió dos orejas y rabo y el diestro dio la vuelta al ruedo con los trofeos, una vez más entre las notas de “Las Golondrinas”.
Posterior a ello, su hijos Eloy, Jaime y Mariangeles ingresaron al ruedo y su hija fue la encargada de cortar la coleta, lo que puso fin a la trayectoria de una figura del toreo en México.
El tijuanense Alejandro Amaya toreó al burel llamado “Adiós”, un astado difícil, ante el cual logró derechazos con calidad, pero no pudo redondear su labor y tras despachar al segundo viaje escuchó palmas.
Frente al quinto, Amaya cuajó una buena faena, aprovechó el recorrido de su enemigo para torear con temple por ambos lados y al fulminar de estocada trasera y desprendida cortó dos apéndices.
El rejoneador Gastón Santos lució durante su actuación, pero falló con el rejón de muerte y se fue sin trofeos.
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