México, D.F. / Enero 29.-
Voz débil y mirada triste, a veces perdida. Ángel Reyna es la viva imagen de un equipo que intenta reponerse del sismo que lo azotó hace algunos días. La llegada de Carlos Reinoso al banquillo americanista debe ser el revulsivo que se necesita para despertar del letargo. El habilidoso canterano lo sabe, en especial porque Manuel Lapuente fue el pagano de todos los errores cometidos durante los primeros tres juegos del Clausura 2011.
El entrenador volvió a ser el cesado, historia recurrente en el futbol, aunque Reyna admite que los principales culpables del mal momento azulcrema son los futbolistas.
“Desafortunadamente, el primero en salir fue el profesor, lo cual no merecía, porque los primeros responsables somos nosotros, ya que decidimos y actuamos dentro de la cancha”, reconoce el volante. “Estamos muy desanimados por esa situación”.
“Estamos empezando un nuevo ciclo, en el cual tenemos que estar de pie y ponernos a trabajar lo más pronto posible. [La salida de Lapuente] sí es algo difícil para el grupo y una sacudida, pero tenemos que ponernos las pilas. Si hemos trabajado bien, porque lo hemos hecho, [debemos] hacerlo aún más”.
La estirpe ganadora de la institución así lo demanda. Una unidad de nueve posibles es insultante para un equipo siempre obligado a pelear por el título. La deuda de los jugadores es grande, pero los acreedores no sólo son ellos mismos, la directiva y los aficionados. La lista también es integrada por El Hombre de la Boina.
“Desde la pretemporada, desde que él llegó, nos pusimos de acuerdo y siempre procurábamos salir adelante, jugar bien, gustar a la gente y a nosotros mismos, sacar puntos”, comparte Reyna. “No fue así y también estamos en deuda con el profesor”.
La mala racha hasta provoca confusión. Ángel pasa por alto el agónico empate obtenido frente a los Jaguares de Chiapas, gracias a aquel golazo de Nicolás Olivera.
“Los tres partidos que perdimos [sic], [fueron] totalmente responsabilidad de nosotros”, reitera. “Se tuvieron que tomar decisiones, pero seguimos con la misma propuesta: tratar de no cometer errores y sacar puntos, tenemos que hacerlo”.
Los integrantes de la cúpula del club también son exculpados. Toda la responsabilidad es echada a los hombres que entran al lienzo verde.
“No es culpa de los directivos, ni mucho menos; es nuestra, porque —con el paso del tiempo— te vas olvidando de esos valores, de cuando uno empezó a jugar al futbol y tenía hambre de triunfo, de ganar todo y de estar en el mejor equipo, como ahora lo estamos”, denuncia. “Eso es lo que se está retomando: el recordar cómo empezamos a jugar, cómo queríamos pisar el Azteca”.
Labor en la que “El Maestro” pone especial énfasis, porque su tarea no sólo es levantar futbolísticamente a las Águilas, que están demasiado frágiles en el aspecto anímico… Se les nota en el rostro y la casi nula potencia de voz.
Una semana más para Rosinei
Rosinei Adolfo, volante del América, espera reintegrarse al trabajo la próxima semana. El brasileño todavía no está listo, luego de la intervención quirúrgica, por varicocele, a la que fue sometido el mes anterior: “Estoy más o menos, porque me sigo recuperando. La rehabilitación está siendo buena y espero ya estar junto con el equipo…”.
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