Cd. de México.-
Durante las primeras horas del miércoles, Tomás Herrera, uno de los más grandes personajes del béisbol mexicano, falleció a los 85 años a causa de un infarto cerebral en Saltillo, Coahuila.
Le sobreviven su esposa Silvia Berrueto de Herrera, sus hijos: Silvia Adriana, Dinorah Carolina, Elisa Isabel y Tomás Herrera Berrueto.
Conocido como el “Sargento Metralla”, don Tomás se desempeñó en todos los escalones del Rey de los deportes, pues además de ser pelotero, fue manager, directivo y busca talentos para Grandes Ligas.
“Metralla” nació el 9 de noviembre de 1931 en Laredo, Texas. En la Liga Mexicana jugó seis campañas como pitcher derecho. Lanzó para Laredo, Tigres y México, acumulando un récord de 49 ganados y 44 perdidos. Su mejor temporada muestra un 12-7 jugando en 1959 para los dos equipos capitalinos.
Surge a la fama al recibir el nombramiento de manager de los Diablos Rojos en 1963. Un año después condujo al México a la conquista de su segundo campeonato. Permaneció al frente de los Rojos hasta 1969, obteniendo otro título en 1968.
El carácter de Tomás Herrera se identificó mucho con la tribuna roja, ya que defendía con fervor lo que consideraba justo para los Diablos, por lo que sostenía enconadas batallas con los umpires.
De 1963 a 1969 conquistó 518 triunfos a cambio de 457 derrotas, con dos valiosos campeonatos.
El “Sargento” Herrera fue el primer manager de los Saraperos entre 1970-1972.
Tomás Herrera también fue destacado scout, fue el encargado de fichar a varios peloteros para los Phillies de Filadelfia.
Entre las últimas firmas que logró se encuentra la de Sebastián Valle, que mantiene sus esperanzas de Grandes Ligas.