Londres, Inglaterra.-
En un día histórico para Roger Federer, el tenista suizo conquistó por séptima ocasión en su carrera el torneo de Wimbledon y recuperó el número uno del mundo, mientras que la ilusión de los británicos por ver campeón aquí a uno de sus compatriotas tendrá que esperar un año más.
Federer volvió a mostrar que es uno de los mejores tenistas de la historia al imponerse a Andy Murray en cuatro sets, por parciales de 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4 en la cancha central del All England Club, donde el vencedor consolidó su leyenda en uno de sus torneos favoritos.
El cuarto en las preferencias es uno de los pocos que podía presumir una ventaja en duelos particulares contra el helvético (8-7, ahora 8-8), y apoyado por su afición quería ser el primer británico desde 1936 que se coronaba aquí para borrar los fantasmas de Fred Perry, el último en hacerlo.
Alentador inicio tuvo Murray con un rompimiento y de inmediato conservó su saque para el 2-0, aunque Federer se recuperó, emparejó el partido y lo mantuvieron igualado hasta el noveno “game”, cuando el local logró otro “break” que lo encaminó al 6-4.
La ilusión de los aficionados se reflejaba en sus rostros, pero en la cancha se encontraba una leyenda viviente que remontó el partido para imponerse en tres horas y 24 minutos, donde tuvo 12 aces y efectividad del 69 por ciento en su saque, por 16 y 56 de Murray, respectivamente.
Tras el apabullante dominio del español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic al ganar los últimos nueve Grand Slams, Federer, quien había logrado el último en el Abierto de Australia en el 2010, sabía que esta era la oportunidad de regresar a la cima y la aprovechó.
El anfitrión desaprovechó cuatro oportunidades de rompimiento en la segunda manga y el suizo concretó una de las dos que tuvo, en el séptimo “game”, suficiente para ponerse 4-3 y mantener la ventaja hasta el 7-5, que suponía un nuevo encuentro a ganar dos de tres sets.
Con el 1-1 en el tercero apareció la lluvia que obligó a cerrar el techo de “La Catedral” para que continuara el encuentro minutos después, situación que benefició al suizo, quien mejoró con su servicio; un quiebre en seis oportunidades logrado en un momento clave le bastó para imponerse 6-3 y adelantarse 2-1 en el partido.
Ya en la cuarta manga mantuvieron el juego igualado hasta que Federer sumó su cuarto rompimiento del partido, el cual le permitió adelantarse 3-2, ventaja que no perdería y que lo encaminó a tirarse a la hierba londinense cuando Murray falló un disparo para darle el título a su rival.
Este es el Grand Slam número 17 de su carrera para Federer, quien a sus 31 años de edad igualó al estadounidense Pete Sampras y al británico William Renshaw como máximos ganadores en este certamen, con siete títulos aquí.
Además, el oriundo de Basilea regresará a partir de este lunes a la cima del ranking mundial para igualar a Sampras con 286 semanas como líder de la clasificación, en espera de superarlo en las próximas semanas para acrecentar su leyenda.
Murray, quien perdió su cuarta final de un Grand Slam, la tercera con el suizo, tendrá que esperar para ganar su primer “grande”, aunque le quedará la satisfacción de ser el primer británico en llegar a la final aquí desde 1938, cuando lo hizo Bunny Austin.
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