México, D.F. / Feb. 4
Por su juventud (27 años), su talento a raudales y su potencial en crecimiento, los Mets de Nueva York decidieron pagarle 12 millones de dólares por año durante un contrato de tres al pítcher mexicano Óliver Pérez.
Esta cantidad de 36 millones de dólares por tres años los Mets se la ofrecieron al derecho Derek Lowe (de 35 años), quien finalmente optó por firmar con los Bravos de Atlanta por cinco campañas y 60 millones de dólares.
Sin embargo, Óliver Pérez era el plan B para los Mets y no cejaron en su esfuerzo por contratarlo, porque consideraron que es más joven que Lowe y con un probado talento que lo puede llevar a convertirse en un as en la rotación de abridores de los Mets, pero para ello debe mejorar en su control y ser más consistente.
Y en efecto, los números de Óliver Pérez en 2008 no fueron impactantes: terminó con récord de 10-7 en ganados y perdidos y 4.22 de promedio en carreras limpias admitidas. Incluso, concedió 105 bases por bolas en 194 innings, lo que promedia 4.87 pasaportes por cada nueve entradas. Fue líder en la Liga Nacional en este negativo renglón y cuarto en las Grandes Ligas. Y en lo positivo, se ubicó en el lugar 12 de la Liga Nacional en ponches con 180, a pesar de lanzar apenas 194 entradas.
Pese a ello, el zurdo sinaloense era de lo mejor en la agencia libre, muy por encima de otros lanzadores como Ben Sheets y Randy Wolf, a quienes los Mets los contactaron para saber de sus pretensiones cuando se empantaron las negociaciones con Scott Boras, agente del mexicano.
Además, el ser agente libre le permitió a Pérez negociar un jugoso contrato con el mejor postor, pues durante las pláticas con los Mets se mencionaron otros equipos interesados en el pítcher mexicano como los Yanquis de Nueva York, Cerveceros de Milwaukee y Rangers de Texas.
Y esta vez, Óliver se salió con la suya al concretar un contrato millonario, incrementando al doble su salario anual de 2008, en el que ganó 6.5 millones de dólares luego de acudir al arbitraje salarial, una instancia a la que tienen derecho los peloteros cuando no llegan a un acuerdo con los dueños de clubes y un juez tiene que mediar en el nuevo contrato, con base en el desempeño del jugador.
Después de tres temporadas completas, Óliver ganó el derecho al arbitraje salarial y tras cinco campañas se convirtió en agente libre.
Otros mexicanos, como Rodrigo López, Jorge Cantú y Erubiel Durazo, lograron tener grandes números en un año, no así contratos millonarios, porque simplemente no eran agentes libres y tuvieron que incrementar sus salarios en el arbitraje salarial.
Igualmente, otra leyenda como Fernando Valenzuela no tuvo acceso a los contratos multimillonarios. Sólo ganó dos millones de dólares en 1988 y 90, sumando en total los 15 en su carrera.
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