Las gimnastas chinas ganaron hoy en el marco de las Olimpíadas de Beijing la primera medalla de oro olímpica en gimnasia artística femenina por equipos en la historia del país, con un resultado total de 188.900 puntos, haciendo realidad un sueño esperado durante décadas por el país asiático.
El equipo femenino chino se hizo a su primer título mundial en el campeonato de Arhus, Dinamarca, en 2006. Sin embargo, nunca había logrado coronarse como el mejor en unos Olímpicos desde su establecimiento, hace más de 50 años.
En medio de una ensordecedora ovación, Cheng Fei terminó su rutina en el último evento de los ejercicios de piso, y recibió una calificación de 15.450 puntos, asegurando así el oro para las anfitrionas.
La plata fue para las representantes de Estados Unidos, que acumularon 186.525 puntos, mientras que Rumanía, campeón reinante, se situó en el tercer puesto, con 181.525.
“Ganar el oro justo en los Juegos de Beijing es muy emocionante. China es el mejor equipo del mundo”, dijo Lu Shanzhen, entrenador del equipo.
La selección estadounidense, que destronó a las chinas en los Campeonatos Mundiales del año pasado, figuraba como la favorita para llevarse el título en la prueba, que se llevó a cabo en el Estadio Cubierto Nacional.
“El desempeño del equipo chino ha sido admirable. Hoy es su día. Después de los dos errores que cometimos fue realmente difícil acercárnosles nuevamente”, reconoció Qiao Liang, adiestrador del combinado estadounidense.
Cheng, primera en competir, sufrió una caída desde la barra horizontal, arrancando suspiros de susto y preocupación a los asistentes al escenario.
Por su parte, sus compañeras, Deng Linlin y Li Shanshan, superaron con éxito la ardua prueba psicológica y le dieron una ventaja de un punto al equipo local. El grado de dificultad de sus rutinas en la barra horizontal fue más elevado que el de sus rivales, lo que también les hizo más expedito el camino hacia lo más alto del podio.
Con el tremendo apoyo de los aficionados, el equipo nacional puso fin al duelo en los ejercicios de suelo, con tres rutinas que rozaron la perfección y le permitieron extender su ventaja a 2.375.
En amplio contraste, las estadounidenses fallaron cuando menos les convenía. Siendo la primera en representar a su equipo tanto en la barra de equilibrio como en la rutina de piso, Alicia Sacramone cometió dos errores garrafales, aniquilando las esperanzas de colgarse el oro.
La joven, de 20 años, cayó de la barra al empezar su presentación, y en los ejercicios de suelo, en un giro hacia atrás cayó sentada luego de una serie de saltos mortales.
Pese a los esfuerzos de Nastia Liukin y la campeona mundial de la prueba individual, Shawn Johnson, por corregir los fallos de Sacramone, los ejercicios de salida de las dos no fueron los mejores.
El equipo de Estados Unidos volvió a verse afectado por las lesiones cuando Samantha Peszek sufrió un esguince en el tobillo izquierdo durante un calentamiento, un golpe que se sumó a la lesión de tobillo de Chellsie Memmel, también sufrida durante un entrenamiento poco antes del inicio de los Juegos, y cuando ya había arribado a la capital china.
En vista de que cada país sólo puede presentar tres atletas en un evento y todos los puntajes cuentan, el equipo estadounidense decidió prescindir de las dos deportistas lesionadas en la final.
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