México, D.F. / Octubre 6.-
En lo que resta del torneo Apertura 2010, las Chivas se jugarán la vida en cada partido. Los 11 puntos cosechados de 30 posibles no corresponden con las expectativas de la directiva ni de la historia del club, por lo que tienen prohibido perder si es que desean alcanzar la calificación a la liguilla.
“A partir de este partido pendiente nos quedan prácticamente puras finales para alcanzar a meternos en un grupo que no ha sido generoso con nosotros, es la oportunidad de pisar fuerte”, indicó el delantero Omar Bravo.
Esa valentía deberán demostrarla este miércoles ante Morelia, en duelo pendiente de la fecha dos, con el fin de escalar posiciones para escapar del cuarto sitio del sector Uno.
“De ahí la importancia de los partidos pendientes. Ya lo hicimos una vez con Tecos y ahora más que nunca por la situación del grupo, pero hay que pensar solamente en Morelia, en superarlo, en ganar los tres puntos como sea, evidentemente respetar el tratar de jugar bien”, destaca Bravo, quien podría reaparecer tras pagar dos partidos de suspensión.
Sin embargo el panorama luce complicado. El Rebaño Sagrado no tiene la estadística a su favor, pues acumula seis partidos sin vencer a los michoacanos, con dos empates y cuatro derrotas en fila.
Por si fuera poco, Monarcas viene herido tras perder con Pumas e hilar su quinto duelo sin conocer el triunfo, situación que lo hace un enemigo de peligro.
“A las Chivas siempre le juegan a muerte. Respetando a los demás equipos, Chivas siempre marca la pauta para cualquier equipo, de ganársele, es así; nosotros tenemos que prepararnos siempre contra los mejores, más allá de la racha en la que estén, debemos pensar así y ganar”, sentencia.
La mala noticia para El Rebaño es la probable baja del defensa Héctor Reynoso, quien presenta cansancio muscular.
La otra, es que se “jugarán el pellejo” en un estadio Omnilife semivacío, cara que la nueva casa de las Chivas ha mostrado en los cotejos de la liga.
Y es que aunado a las dificultades para arribar al inmueble, el futbol del Guadalajara está a la baja. Muestra de ello es que de milagro empató ante Atlas en el clásico tapatío, gracias a un autogol de Néstor Vidrio.
Sólo por el “regalito” del defensa rojinegro, los pupilos de José Real se salvaron de alejarse todavía más de la zona de clasificación.
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