México, D.F.-
Al norte del país, enclavado en la sierra de Chihuahua, un programa deportivo ha causado una grata impresión entre la gente de la NBA. Se trata de la liga de basquetbol tarahumara en la cual decenas de niñas y niños practica el deporte con la prioridad de desarrollarse dentro y fuera de la cancha.
En esta ocasión, 10 niñas fueron las privilegiadas de convivir con jugadores de los Timberwolves de Minnesota y Rockets de Houston.
Durante aproximadamente 30 minutos las menores chihuahuenses recibieron consejos para mejorar su juego, así como palabras de aliento de figuras de la NBA como Dwight Howard, Trevor Ariza, Isaiah Canaan, Robbie Hummel.
Con los vestidos típicos rarámuris, las niñas corrieron por toda la duela, saltaron y trataron de encestar cada balón.
A mil 435 kilómetros de su hogar, Lorena de 13 años se mostró entusiasmada por la oportunidad de convivir con basquetbolistas élite y, aunque desconoce el nombre de ellos, entiende la importancia que tiene los elementos de la Liga más poderosa de este deporte.
“Es un orgullo para nosotros que nos hayan invitado desde tan lejos para convivir con los jugadores de Estados Unidos. Estamos muy contentas, es una gran oportunidad para todas las que estamos aquí”, sostuvo la menor mexicana, que ve en el basquetbol una oportunidad para salir adelante.
Como responsable del programa de los tarahumaras viene el profesor Jesús Mora, quien declaró que la invitación a la capital del país vino por parte de la NBA al verlos en un estatal.
“El que se diera esta invitación es porque asistieron a un juego de un estatal donde estuvimos trabajando y les gustó la idea de que niñas tarahumaras asistieran a una convivencia”.
“Tratamos de involucrar a este tipo de población (tarahumaras), tenemos una liga y nosotros hacemos desde estatales, municipales y todo eso a nivel estado”, comentó Mora.
Los niños triquis también formaron parte del día previo al juego de la NBA, sólo que fue gracias a la invitación de un patrocinador (AIG).
Los “Gigantes descalzos de la montaña” estuvieron con el staff de los Rockets de Houston y con el jugador Jason Terry.
Esta vez no sostuvieron un partido con los jugadores NBA, sino entre ellos con la inclusión de dos niños más que se presentaron como hijos de trabajadores de la empresa auspiciante.
Dylan Ramírez, uno de los niños triquis que tendrán la oportunidad de ir Alemania becado por su rendimiento académico y de cancha, señaló que el tener relación con la NBA los llena de orgullo y los motiva.
Un día que quedará la memoria de dos comunidades y jugadores de la NBA.
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