Houston, Texas / Junio 21.-
Sus rostros denotan una extraña combinación de alegría y desconcierto. Héctor Reynoso, Hiram Mier y Paul Aguilar reportan con la Selección Mexicana que participa en la Copa de Oro 2011.
Son los refuerzos por los que tanto se luchó, luego de que cinco jugadores fueron inhabilitados tras dar positivo por clembuterol en un control antidopaje.
“Estoy contento”, atina a decir el capitán del Guadalajara, quien vive sus primeras horas como seleccionado. “No nos permiten hablar en este momento”.
Hace unos días realizaba la pretemporada con las Chivas. Ahora tiene la posibilidad de jugar en las copas de Oro y América, en la que será uno de los cinco elementos sin límite de edad.
La llegada de la tercia de zagueros es un bálsamo para el Tricolor, pese a que la Concacaf tardó más de una semana en decidir si permitía la sustitución.
Christian Bermúdez, Édgar Dueñas, Antonio Naelson “Sinha”, Guillermo Ochoa y Francisco Javier Rodríguez abandonaron la concentración del equipo nacional el pasado 10 de junio. La esperanza radicaba en que sus reemplazos fueran autorizados rápidamente, ilusión que se desvaneció al pasar los días.
“Como siempre dijimos, estábamos trabajando con la planeación de que no iban a venir [los refuerzos]”, reitera Héctor González Iñárritu, director de Selecciones Nacionales. “Si ayer [hoy] te dicen que sí, vienen al primer partido, el del miércoles [contra Honduras], que es importantísimo, y pensar que, si se pasa, tienes otro trascendental… Nunca es tarde”.
Lo que explica el beneplácito con el que son recibidos. Luis Michel y Marco Fabián también fueron registrados, pero sólo se integrarán al grupo en caso de otra emergencia.
“Bienvenidos sean. Son gente que viene a aportar al equipo, a fortalecer al grupo más de lo que ya estaba”, valora Héctor Moreno.
Sobre todo, a la defensa. Las bajas del “Maza”, Dueñas y Ricardo Osorio, quien presentó una infección en las vías urinarias, dejaron al equipo con pocas opciones de cambio en la última línea.
“[Zagueros] es lo que menos tenemos ahora, así que es bueno contar con refuerzos”, resalta Rafael Márquez, cuya perspectiva es compartida por Carlos Salcido: “Todos son bienvenidos en un torneo en el que queremos alzar la Copa. El que vengan es la posibilidad que se nos ha brindado para poder estar mejor en la competencia”.
El todavía jugador del Fulham tiene un motivo extra para alegrarse: la gran relación que lo une con Reynoso. “Me da gusto por él, porque es un gran amigo, un buen compañero”, detalla. “Tengo rato de no verlo y practicar o jugar con él siempre es algo bueno”.
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