Enero 16
La mirada de Mark Sánchez está ahora fija en la consecución de un sueño: la NFL. Su corazón, sin embargo, sigue siendo el de una persona humilde, orgullosa de sus raíces mexicanas.
Ayer, al despedirse de su alma mater, y anunciar su decisión de probar suerte en el draft de la NFL, Sánchez admitió tener una carga en el corazón.
Sin embargo, la verdad es que su corazón ha estado cargado durante toda su vida.
Cargado de dignidad mexicano, de orgullo y, como lo reconoció este jueves, de agradecimiento por todo lo que ha recibido.
Ahora que Sánchez ha decidido dejar pasar su último año de elegibilidad colegial por la búsqueda de su sueño infantil, México tendrá por primera vez un quarterback orgulloso de su origen en la NFL.
Y no es que sea el único con antecedentes nacionales, pero sí el primero en decir sin titubeos: “Soy mexicano”.
“Me han venido a ver vestidos como Mil Máscaras, el luchador. Han hecho pósteres de ¡Viva Sánchez!”, comentó en entrevista a EL UNIVERSAL en noviembre pasado. “La gente en la escuela, empleados, cuando los veo me dicen: ‘¡Para la raza!’, o ‘¡Viva!’ Expresan su apoyo y su aprecio. Y cuando inició el año me hicieron el anuncio de que yo sería titular, les hice saber que entendía mis raíces y que amaba mi origen”.
Esa es la gran diferencia de Sánchez, quien no será el primer pasador en la NFL con raíces tricolores.
Actualmente, Tony Romo, con Dallas, Jeff García, con Tampa Bay, y J.P. Losman, de Buffalo, comparten ese vínculo con Sánchez.
Y antes de ellos, Jim Plunkett, de madre mexicana y padre nativo estadounidense, controló los destinos de Raiders y Patriotas durante más de una década en la NFL, ganando incluso el premio a Jugador Más Valioso del Super Bowl XV con Oakland.
El éxito en el campo es el común denominador de varios de ellos, sin embargo es el color en el corazón el que pone a Mark en una nueva categoría.
“Tal vez seré el primer quarterback con raíces totalmente mexicanas (en la NFL). Sé que ha habido pasadores con una parte de su herencia mexicana. Pero yo bien podría ser el primero con herencia mexicana de ambos lados. Jim Plunkett tenía sólo la mitad”, comentó.
Mexicano de tercera generación, la familia Sánchez Moreno tiene sus orígenes en Zacatecas y Jalisco, de donde los bisabuelos de Mark salieron rumbo al norte en busca del sueño americano.
Y han sido precisamente eso, héroes americanos.
Jorge Sánchez, el abuelo que le heredó a Mark su amor por México, fue veterano de la Segunda Guerra Mundial.
Nick Sánchez, el padre y mejor amigo del quarterback, es capitán de bomberos del Condado de Orange y como miembro de la Unidad de Búsqueda y Rescate Urbano, ha estado como apoyo en eventos como el huracán “Katrina” (2005) de Nueva Orleans y los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
Ahora es el turno de Mark para convertirse en héroe. Un ejemplo para la comunidad hispana que siempre lo apoyó.
Mark no olvida. No olvida sus raíces y los gritos de “Viva Sánchez”, así como no olvida todo lo que le ha dado su amada Universidad del Sur de California, de la que se despide “con un corazón pesado”, lleno de amor propio y por sus raíces.
Ese corazón lo llevará a alcanzar el horizonte donde sus ojos se fijaron desde el miércoles por la noche: la NFL.
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