Madrid, Esp.-
Más de 70 personas murieron hoy después de que seguidores de dos equipos de fútbol se enfrentasen al término de un partido en la ciudad egipcia de Port Said, en el noreste del país, según publica el diario El País, de España.
Además hay cientos de heridos, informó el viceministro de Sanidad, Hesham Sheiha, quien tachó el incidente de “desafortunado” porque se trata del “mayor desastre en la historia del fútbol de Egipto”.
El Ejército por orden de la junta militar que dirige el país, ha enviado dos helicópteros al estadio para evacuar a los jugadores del equipo visitante.
El partido enfrentaba al equipo Al Masri, de Port Said, con Al Ahli, un club cairota que está entre los más famosos de Egipto.
Las imágenes transmitidas por televisión muestran a hinchas locales corriendo por el campo tras los jugadores visitantes en lo que ha acabado como un gran tumulto en uno de los fondos.
Un representante de los Hermanos Musulmanes, la principal organización política del país, ha acusado a partidarios del exdictador Hosni Mubarak de estar tras los incidentes, informa la agencia France Presse.
La trifulca comenzó al término del partido, que finalizó con un resultado de 3-1 favorable a los locales. Con el triple pitido, seguidores del Masri han invadido el campo para perseguir a los jugadores del Masri, lo que ha acabado derivando en un enfrentamiento entre las dos hinchadas.
“Las fuerzas de seguridad nos han abandonado, no nos han protegido”, relató uno de los jugadores del equipo visitante, Mohamed Abou-Treika, en una llamada a la televisión del equipo. “Un seguidor acaba de morir en el vestuario, delante de mí”, dijo.
Otro de los jugadores, Mohamed Barakat, confirmó que “varias personas han muerto”. “Estamos viendo cadáveres, No hay fuerzas de seguridad o personal del Ejército para protegernos”, lamentó.
‘El entrenador de Al Ahli, el portugués Manuel José, también acusó a las fuerzas de seguridad de “desaparecer”.
En conversación con medios lusos, Manuel José confirmó que todos sus jugadores están bien pese a haber sufrido agresiones. Él mismo, ha explicado, ha recibido “puntapiés y puñetazos” después de que un grupo de violentos le sacara del vestuario y le metiera en una sala.
“Esto no es fútbol. Esto es una guerra y la gente está muriendo frente a nosotros. No hay movimiento, ni seguridad, ni ambulancias”, ha añadido Treika, uno de los jugadores estrella de su club.
“Pido que se cancele la liga. Es una situación horrible y lo que ha sucedido hoy no puede olvidarse”. De momento, la Federación de Fútbol de Egipto ha respondido con una suspensión “indefinida” de todos los partidos de liga de primera división.
El viceministro Sheiha ha explicado a la televisión estatal que la mayoría de los heridos presentan contusiones y cortes.
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