Japón.-
La acción sucede en la primera semifinal del Mundial de Clubes, cuando el futbolista colombiano Orlando Berrío, de Atlético Nacional, fauleó a Shibasaki.
La infracción sucede en una jugada a balón parado, con varios futbolistas del Kashima de Japón buscando un remate en el área de los colombianos.
El árbitro del encuentro no alcanzó a mirar la zancadilla, tampoco el resto de jueces, pero desde la sala de asistencias arbitral le advirtieron del posible penalti tras revisar la jugada por los monitores.
El juego se detuvo para que el colegiado húngaro revisara la jugada desde un monitor, prácticamente a pie de campo. Finalmente señaló el penalti.
Doi desde los once metros marcó así un gol histórico, el primero, cortesía del videoarbitraje. Ese fue uno de los tres goles con el que el conjunto nipón se coló hasta la final del Mundial de Clubes.