Nueva York / Noviembre 5.-
Tuvieron que transcurrir nueve largos años para que los Yanquis volvieran a hacerse llamar nuevamente campeones. Costó muchísimo dinero, años de frustración, de sufrimiento y de cuestionarse si el rumbo que tomaban año con año era el adecuado.
Los refuerzos costaron aproximadamente unos mil 600 millones de dólares, pero este miércoles cada centavo gastado en ellos, ha valido la pena, para que los Yanquis derrotaran a los Filis de Filadelfia y arrebatarles la corona que hasta hoy ostentaban, en el sexto desafío de la Serie Mundial 2009 por pizarra de 7-3, el Yankee Stadium.
La clave de los Yanquis para lograr el campeonato esta temporada, fue una poderosa y temible ofensiva que logró pegar 244 cuadrangulares en la campaña regular y una armonía que después del Juego de Estrellas lució inquebrantable.
Remontándonos a lo que fue esta serie, salir de Filadelfia con dos triunfos fue una pesada carga con la que los Filis ya jamás pudieron lidiar, aunado a los desplomes de su cañonero estelar, Ryan Howard y el cerrador de confianza, Brad Lidge en el juego 4, cuando la balanza aún podía inclinarse en favor de los todavía campeones defensores.
Un veterano Pedro Martínez, el abridor del sexto juego, se vio afectado por una gripa con la que subió al montículo y batalló mucho para emular a aquel lanzador que en 2004 pudo domar a los Yanquis, pero cinco años después, todo fue distinto.
El jonrón de dos carreras del bateador designado japonés, Hideki Matsui, en la segunda entrada, para poner arriba a los Yanquis 2-0, fue el primer golpe.
Los Filis intentaron remar contra la corriente, en la apertura del tercer capítulo, con un triple de Carlos Ruiz que fue clave, para que con elevado al central Jimmy Rollins lo llevara al plato y poner el juego 1-2.
Pero de nuevo, la pesadilla de Pedro apareció en la caja de bateo. Con las almohadillas congestionadas y después de haber ponchado a Alex Rodríguez sin tirarle, el nipón estaba en cuenta de cero bolas y dos strikes, pero un pitcheo se le quedó alto al dominicano y el héroe de la noche remolcó dos más para los de casa y puso el juego 4-1.
Para abrir el quinto capítulo, Charlie Manuel decidió no ir más con Pedro, quien tiró solamante cuatro entradas, donde encaró a 18 bateadores, le dieron tres hits, uno de ellos jonrón, le hicieron cuatro carreras, concedió dos bases por bolas y ponchó a cinco.
La quinta entrada fue desastrosa para Filadelfia y clave para la novena neoyorquina con tres anotaciones que fueron un veredicto final. Derek Jeter abrió con doble de terreno ya ante el relevista Chad Durbin. Mark Teixeira despertó y llevó a home al estelar parador en corto para agradar la diferencia 5-1.
El festín de la quinta siguió con más de Matsui: un doble al derecho que impulsó a Teixeira y a A-Rod, para ponerse 7-1.
Filadelfia quería mostrar el corazón que todavía le quedaba en la sexta entrada. Ryan Howard finalmente acabó su sequía con un jonrón que empujó a Chase Utley y los Filis se asomaron tímidamente al ponerse 3-7, pero fue todo lo que pudieron acercarse.
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