Tuxtla Gutiérrez, Chis. / Enero 16.-
Fue una reacción espontánea, llena de alivio. Mientras sus futbolistas celebraban eufóricos el mágico zurdazo de Nicolás Olivera, que permitió al América rescatar la igualada este sábado (2-2) en la selva chiapaneca, Manuel Lapuente sólo atinó a resoplar.
El “Hombre de la Boina” sentía que todo estaba perdido. La prueba fue su poca intensidad durante los minutos finales.
Abatido, se limitó a intercambiar puntos de vista con su auxiliar Cecilio de los Santos, en la soledad del banquillo… Hasta que el uruguayo sacó de la chistera el truco que le permitió encontrar una pequeña, pero valiosa, dosis de tranquilidad.
El hermoso y agónico tanto sirvió para que las Águilas no igualaran su peor inicio de torneo en la historia de los certámenes a una vuelta.
Premio al ahínco azulcrema y a la absurda timidez de los Jaguares de Chiapas. La expulsión de Jackson Martínez (80’) fue un duro golpe para los dirigidos por José Guadalupe Cruz, el “Profe”. Apostaron por agazaparse y reventar todos los balones, postura que suele ser sinónimo de suicidio ante un plantel con alto potencial, como el del América.
Habían sorteado el bombardeo a su área, pero la ejecución de Olivera fue perfecta, lo que explicó la desilusión del meta Jorge Villalpando.
El “Profe” se unió al desencanto. Caminó apresuradamente al vestuario con la mirada absorta y las manos dentro de los bolsillos del pantalón. Sus futbolistas se quedaron muy cerca de hilar triunfos en el comienzo del Clausura 2011.
El espectacular remate de Óscar Razo pareció acercarlos a ese sueño. Tenía un par de minutos en el campo cuando se elevó en el área para dictar cátedra de cómo se cabecea (64’). El meta Guillermo Ochoa intentó reaccionar. Esfuerzo estéril. El esférico entró en el ángulo.
El calvario de Lapuente comenzaba. La presión crecía con el transcurrir de los minutos y las opciones en la banca eran escasas. Echó mano de Enrique Esqueda y Daniel Márquez, pero ninguno marcó diferencia.
Quien sí lo hizo, además de Olivera, fue Daniel Montenegro. “El Rolfi” inició el duelo en la banca. Duro acicate para un hombre acostumbrado a ser el genio del ataque americanista.
Reafirmó esa etiqueta con su ingreso. Dejó a Ángel Reyna solo frente a Villalpando, pero el canterano falló, justo un par de minutos después de que Matías Vuoso había rubricado el transitorio empate a uno, por la vía del penalti (57’).
Lapuente la pasaba mal, lucía resignado… Hasta que su principal refuerzo para el actual campeonato lo rescató.
-Amargura sureña
Jackson Martínez, delantero de los Jaguares de Chiapas, considera que los felinos hicieron méritos suficientes para salir del estadio Víctor Manuel Reyna con los tres puntos.
“Si lo vemos como jugamos, claro que es injusto el resultado”, sentencia el colombiano. “Lo único que queda es seguir buscando formas de mejorar”.
Discussion about this post