Dic. 6
La detención de la ex estrella de futbol americano, O.J. Simpson, volvió a ser tema de polémica en los medios de comunicación y del ámbito deportivo estadounidense.
Esta vez el jurado de Las Vegas determinó que el ex corredor de los Bills de Buffalo debe pagar por sus acciones.
Simpson quedó marcado tras la persecución policiaca que se suscitó en la carretera de Los Ángeles después de que los agentes encontraran los cuerpos sin vida de su ex esposa Nicole Brown y su amigo Ronald Goldman a las afueras de la propiedad de la ex señora Simpson.
Los canales de televisión cubrieron inmediatamente el hecho y la nota dio la vuelta al mundo en cuestión de segundos.
El juicio fue cubierto por medios estadounidenses y extranjeros durante casi un año, cuando el jurado civil de Santa Mónica, California, declaró el 3 de octubre de 1995 no culpable al ex jugador por los homicidios de los personajes anteriormente mencionados.
La causa y factor por el que O.J. no fue declarado culpable fue por la mala por las irregularidades en la demostración de hechos y pruebas por parte de la parte acusadora.
Sin embargo, para 1997 el padre de Nicole arremetió de nueva cuenta y presentó una denuncia contra el ex jugador, donde exigía el pago de 33 millones y medio de dólares por los daños en la muerte de su hija; la corte determinó que el pago no procedería ya que no ve de buena forma que se goce de un dinero que la víctima ya no puede disfrutar.
A finales de 1998 ganó judicialmente la custodia de sus hijos Sydney y Justin, tras ser absuelto de los cargos, pero fue anulada después de que la justicia determinara que había sido un error aunque para el 2000 nuevamente ganó y se quedó con los menores.
Después de los dos juicios, Simpson nunca estuvo apartado de los reflectores, aunque aparecía en casos que no tenían nada que ver con él, se le acusó de acceder ilegalmente a la señal de DirecTV.
En 1998, en una entrevista para la BBC One, Simpson simuló asesinar a la presentadora con un plátano mientras cantaba la banda sonora de la película Psicosis.
En noviembre de 2006 anunció que publicaría un libro en el que relataría cómo habría asesinado a su esposa Nicole Brown y a su amante, si hubiera sido culpable de sus muertes.
Otros juicios relacionados
Los juicios civil y criminal de Simpson no fueron los únicos casos legales importantes tras las muertes de Nicole Brown y Ronald Goldman.
Gerald Chamales y su mujer, Kathleen, compraron una casa vecina a la de Simpson diez días antes de los asesinatos.
Durante los cuatro años siguientes, ellos y el resto de vecinos sufrieron la “invasión” de la prensa, turistas y curiosos. Tras esto, empezaron una batalla legal con la IRS (agencia estadounidense que cobra los impuestos), que terminó con la decisión según la cual no podían aplicar la pérdida del valor de su casa como una deducción en su IRPF, porque fue algo temporal.
El invitado de Simpson en la noche de los asesinatos, Brian “Kato” Kaelin, demandó a Globe Communications por 15 millones de dólares después de que el grupo insinuara en uno de sus tabloides que Kaelin era el verdadero asesino. La corte del distrito dio la razón al demandado en un primer momento, pero tras una apelación de Kaelin, logró una compensación sin determinar por difamación.
Un abogado de la propiedad intelectual de Nuevo Hampshire, William B. Ritchie, puso en duda la validez de las marcas registradas de Simpson, alegando que estaban unidas a un nombre que se había convertido en inmoral o escandaloso a causa de lo sucedido entre 1994 y 1997, y que por tanto, no podían estar protegidas como marca comercial. Simpson abandonó desde entonces sus marcas registradas.
El 14 de septiembre de 2007 fue arrestado en relación a un hurto ocurrido en el Palace Station Casino en Las Vegas. Admitió haber tomado algunos objetos, argumentando que le habían sido robados anteriormente, pero negó haber forzado una habitación y portar armas. Un juicio iniciado el 8 de noviembre de 2007 en su contra determinó su culpabilidad en 12 distintos cargos, entre ellos intento de secuestro y asalto a mano armada.
El 4 de octubre 2008 Simpson es declarado culpable de robo y secuestro en un hotel de las Vegas, tras más de 12 horas de deliberaciones el jurado comunicó que había llegado al citado veredicto, que podría suponer la cadena perpetua para ambos.
El juego de la vida de O.J. Simpson ha demostrado a los jugadores que no es un simple juego en la cancha, al contrario, sólo es el inicio de un encuentro más para liberar la personalidad de un hombre, redactó el ex corredor en su autobiografía después de salir de prisión.
Discussion about this post