Prefiere Flores cerrar capítulo tras “fiesta” de jugadores del Tri

México, D.F. / Octubre 11.-
El debate entre la dirección de Selecciones Nacionales y los futbolistas sancionados tras la “fiesta” del pasado ocho de septiembre es terminado de golpe por Efraín Flores.
Apegado a “mi transparencia”, el estratega interino del tricolor confirma que los futbolistas recibieron un papel en el que se estipulaba que la concentración terminaba al finalizar el partido contra Colombia.
“Hay una hoja que se le entrega a todos los jugadores, al cuerpo técnico, todos la tenemos, en la que se dice que después del partido terminaba la concentración, pero eso no lo exime a uno de que no respete las cláusulas de un reglamento interno, mientras estemos con la ropa de la Selección Nacional”, revela el entrenador.
Aún con la resaca del conflicto, atrapa al tricolor y a unas horas de abandonar el cargo, Efraín admite su dolor por no haber hecho algo más para prevenir el problema que hoy tiene confrontados a 13 futbolistas con Néstor de la Torre, director de selecciones nacionales.
“Me hubiera gustado haberme enterado de algo para haber tratado de evitar esta situación que pasó”, lamenta. “Me hubiera gustado haber escuchado ante, haber conciliado antes, para evitar que se llegara a este acontecimiento; sin embargo, soy un creyente de que Dios hace las cosas por algo y esto es una gran oportunidad para que el futbol mexicano llegue a las alturas que merece”, expresa.
La amabilidad que suele irradiar fue severamente criticada, tras el convivio de los seleccionados, ya que se aseguró que faltó mano dura para evitar que la situación se saliera de control, juicio que no es compartido por Flores, quien prefiere hacerlo a un lado y no guardar rencores.
“Me gustaría que, si alguien se siente libre de culpa, que tire la primera piedra”, sentencia. “ Tiraron muchas, pero las recibí de la mejor forma posible, siempre pensando que todo esto que está pasando, Dios sabe porqué lo hace, y sigo pensando que la palabra ‘México’ está por encima de la molestia o tristeza que pudiera tener con esa gente”.
Lo único que le resta es preparar su último encuentro como seleccionador nacional, oportunidad que “agradezco a toda la gente que confió en mí”, pese a que su corta estadía será recordada por aquél funesto capítulo en la capital neoleonesa.