México, D.F.-
Replegarse en la lejana Wellington, más allá de la renta que pueda obtener en el Estadio Azteca, no es un escenario contemplado por Miguel Herrera.
Fiel a su estilo arrojado, el director técnico de la Selección Mexicana advierte que su objetivo es imponerse a Nueva Zelanda en los dos episodios de la reclasificación mundialista. No quiere que algún cuestionamiento empañe la obtención del boleto al Mundial Brasil 2014.
“El equipo está para ganar en las dos canchas, por eso hemos trabajado”, sentencia. “Sí veo que, prácticamente, la idea de juego que tenemos ha sido muy buena y estamos llegando a lo que pretendemos, sobre todo en la dinámica que muestra el grupo”.
“Vamos a ganar en México y buscaremos hacerlo allá. Iremos con la idea de conseguir los resultados que nos lleven al Mundial. Trataremos de ganar en las dos canchas”.
Postura completamente asimilada por un grupo consciente de que carece de margen de error, aunque seguro de que puede vencer al monarca de Oceanía y desintoxicado del virus que dejó al Tricolor en estado de coma.
“Los veo con mucho ánimo, una meta fija, que es conseguir el boleto”, presume el Piojo. “Lo primero que dijimos es no pensar en lo que había pasado atrás, porque ya no lo vamos a resolver. Estamos para solucionar lo de ahora”.
Sin exceso de confianza
Pese al convencimiento de que el barco tricolor no se hundirá, el sucesor de Víctor Manuel Vucetich se ha esmerado en que sus 23 elegidos no subestimen a los kiwis, defecto que —deja entrever— resultó mortal en el proceso que encabezó José Manuel de la Torre.
“Queremos aminorar esa presión. Sabemos que las cosas no se han hecho como quisiéramos… Desafortunadamente, por eso estoy acá”, comparte Miguel. “Me tocó entrar de relevo, pero hubiera querido que El Chepo llegara hasta el Mundial, aunque todavía estamos en esa posibilidad…”.
Su método para cristalizarla es la incesante mención de lo catastrófico que sería para el balompié nacional no estar en una Copa del Mundo por primera vez en 24 años.
“Les decimos lo que nos estamos jugando, la determinación que se debe tener, el deseo de traernos el boleto para que México vaya al Mundial”, revela. “Todo el tiempo lo estamos repitiendo. Los muchachos están matándose… Estamos listos para meter el ritmo que queremos [en la serie]”.
Y, así, demostrarle a Nueva Zelanda que su contrincante en la instancia final será complicado.
“No pensamos que va a ser un rival fácil, pero ellos tampoco nos ven como a los que han enfrentado en su eliminatoria”, asegura.
Discussion about this post