Carson, California.-
Amplias sonrisas, de esas que reflejan tensión liberada. Luis Fernando Tena y sus jugadores mantuvieron cierta serenidad de camino al vestuario, pero les fue imposible no expresar su satisfacción por el 7-1 sobre Trinidad y Tobago.
Han subido el primero de los escalones que llevan a la puerta del olimpo. Fue el más corto, aunque lo libraron con una facilidad no mostrada durante el proceso encabezado por “El Flaco”.
La presentación en el selectivo rumbo a Londres 2012 fue exitosa; no podía ser de otra manera contra un adversario tan limitado como violento. Más de media docena de goles coreada por un público hambriento de revancha, apenas suficientes para sustentar el dominio ejercido sobre el césped del Home Depot Center.
Marco Fabián se fue al camerino como rock star: ovacionado y con decenas de chicas expresándole su admiración, al borde de la histeria. El chico comprobó por qué “El Flaco” confía tanto en él. En su primer partido oficial con la Selección Mexicana Sub-23, el habilidoso atacante se robó la noche.
Los tres goles que firmó (33’, 68’ y 84’) coronaron una actuación marcada por el deseo de redención. Suspendido y multado, tras aquel oscuro incidente con prostitutas en Ecuador, el futbolista del Guadalajara cumplió con su tarea de “cerebro” ofensivo. Además de horadar la portería trinitaria, desbordó, creó espacios y dio pases para goles. Auténtico engrane de un equipo que la noche de este viernes exorcizó fantasmas.
Necesitó de colaboración caribeña para terminar con los primeros. Justo cuando los aficionados mexicanos que acudieron al inmueble empezaban a desesperarse, el arquero Andre Marchan tuvo aquella espantosa salida que derivó en el tanto de Alan Pulido (29’). Fabián fue básico al estorbarle.
Golpes a Aquino, Cabrera y Calderón
Fue una jugada catártica. La resistencia del adversario desapareció con esa anotación. Lo único que les quedó fue la rudeza que hizo estragos en Javier Aquino, David Cabrera y Néstor Calderón. Costoso precio de la victoria.
Tena sorprendió con la inclusión de Pulido… Y el chico no le falló. Jerónimo Amione y Érick Torres observaron desde la banca el desempeño de un futbolista hábil y veloz, completamente adaptable al vértigo impuesto por Fabián, Aquino y Miguel Ponce.
El elemento de las Chivas, empleado como volante por izquierda, se fue aplaudido cuando Calderón lo sustituyó (73’). No anotó. Poco importó. Su liderazgo fue tan grande que todos los asistentes se dieron cuenta, lo que explica la sonora ovación que recibió de camino al banquillo.
Similar a la otorgada por el público cuando el baile terminó. Sí, Trinidad y Tobago ofreció poco, mas los chicos de Tena asestaron un golpe de autoridad, esos que sólo se dan con una victoria irrefutable.
Londres está un poco más cerca. Se ganaron tres puntos, se liberó tensión y se culminó la primera jornada del Grupo B en el primer sector, con cuatro goles de ventaja en relación a Honduras, el adversario más complicado.
Tena y sus jugadores sonrieron, gozaron su primera noche en Carson. Los fantasmas propios y ajenos no asustan. Siguiente escalón: los duros catrachos.
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