MÉXICO, D.F.- Todo quedará reducido a 90 minutos, esos en los que el Puebla controlará su destino y la Universidad de Guadalajara (UdeG) necesitará un milagro para salvarse… Aunque no tendrá necesidad de preguntar qué sucede en Torreón si es incapaz de superar al Cruz Azul en la antigua Ciudad de los Deportes.
Velada de alta tensión en la hoy llamada LIGA MX. La jornada 17 del Clausura 2015 presenta un peculiar circo de dos pistas. Camoteros y Leones Negros protagonizarán este símil de coliseo romano, porque alguno no llegará con vida al domingo.
Todo indica que serán los tapatíos, que requieren triunfar y que La Franja sea superada por el Santos en el estadio Corona.
Sólo así terminarían en el penúltimo sitio de la tabla que define el descenso. En caso de que ganen y los poblanos igualen, finalizarán con el mismo cociente (1.0294), pero su diferencia de goles en el actual ciclo futbolístico (-14) es peor que la de los dirigidos por José Guadalupe Cruz (-5).
La misión se torna más complicada por el comportamiento universitario fuera del estadio Jalisco. De los 16 juegos que han disputado como visitantes desde que volvieron a la Primera División, sólo ganaron tres (cuatro empates y nueve derrotas).
No vencen a La Máquina en el Distrito Federal desde el 16 de enero de 1993 (2-1), con anotaciones de Víctor Rodríguez y Octavio Mora.
Tardaron dos décadas en volver al Máximo Circuito, aunque el de este sábado por la noche podría ser su primer descenso deportivo. En 1994, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) adquirió la franquicia y la desapareció. El objetivo era reducir el número de clubes.
Para el Puebla sería el tercero (1998-99 y 2004-05), con lo que igualaría al Pachuca, Atlas, Tampico y Querétaro. El liderato histórico pertenece al Zacatepec (cinco).
A La Franja le basta salir con vida de la Comarca Lagunera, lo que ha hecho en sus dos más recientes presentaciones. Eso sí, nunca ha sacado todo el botín del nuevo hogar de los Guerreros (un par de igualadas y tres caídas).
Podría volver a caer y salvarse, ya que —en este circo de dos pistas— los Leones Negros tienen todo en contra.