San Luis Potosí, S.L.P.-
El señor de los Golazos se confirmó. En su centenario como puma, Javier Cortés hizo una volea espectacular para sellar un triunfo ante San Luis (2-0) que sentencia que Universidad está de regreso (cinco partidos de Liga sin perder).
Como admirador de Hugo Sánchez, el joven universitario se ha encargado de heredar las virtudes acrobáticas que inmortalizaron al mítico goleador del Real Madrid. Parece que sólo con anotaciones bellas se conforma, porque casi todas en su trayectoria han sido de alta calidad.
Desde este torneo, Cortés ha mostrado que quiere convertirse [con hechos, más que con palabras] en el ídolo y referente de los felinos. Se carga el equipo al hombro, crea peligro constante, lucha y hace goles.
El tanto de ayer, por ejemplo, desató la sonrisa de Antonio Torres Servín, quien de inmediato supo lo valioso del triunfo, porque manda a los Pumas a amanecer dentro de los ocho primeros lugares (12 puntos).
Los cuestionamientos hacia la continuidad del técnico auriazul van en detrimento, luego de un inicio difícil, en el que incluso ya se hablaba de un sustituto para relevarlo.
Universidad se aprovechó del flan que actualmente supone el San Luis para hilvanar su segundo triunfo, porque supo derrotar al último sitio de la actual temporada.
Otra de las buenas noticias para los felinos es que Robin Ramírez por fin llegó. Pese a que el paraguayo había jugado ya varios minutos en la liga con el equipo del Pedregal, sus apariciones había sido anecdóticas y sin mayor peso específico como referente ofensivo.
Ayer, Robin abrió el camino hacia la victoria con un testarazo sólido y seco que se clavó en la portería de un sorprendido Óscar Pérez.
Pumas controló el partido a placer. Se sintió cómodo en el estadio Alfonso Lastras de principio a fin, además de que ató los embates de los potosinos, quienes no le generaron mayor peligro a Alejandro Palacios.
En cuanto Ramírez abrió el marcador, los felinos jugaron felices. Pero faltaba la cereza del pastel auriazul.
Y esa se la tenía que poner Javier Cortés. Sólo él en el plantel universitario es capaz de lograr un gol estético y pletórico, lleno de virtuosismo.
Se suspendió en el aire, tal y como en su tiempo lo hiciera El Pentapichichi, su ídolo. En ese momento, empalmó el esférico y lo anidó en la cabaña del Conejo Pérez, quien poco pudo hacer.
El Señor de los Golazos, en su partido 100 con Pumas, regresó vigoroso. La semana entrante va contra Chivas y los goles de Cortés amenazan al Rebaño.
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