Pachuca, HIdalgo / Abril 12.-
Impávido, el otrora explosivo e intenso José Manuel de la Torre permaneció de pie en la zona técnica durante los últimos 10 minutos. En silencio, el Chepo contempló el derrumbe de un Toluca que careció de punch ante el otro peso completo del futbol mexicano.
Porque el 3-1 celebrado por la afición tuza resultó el premio justo a la contundencia del Pachuca.
Una vez más, el diablo fue quemado en Sábado de Gloria. Una vez más, el Toluca no pudo llegar invicto a la jornada 14.
Eso explica la desolación del estratega mexiquense, para quien el gol de Gabriel Caballero (79’) fue el colofón de una velada caracterizada por la mala suerte, sobre todo en el complemento.
Sí, el 1-0 con el que el actual campeón se fue al vestuario parecía excesivo, pero los hidalguenses tampoco fueron claros dominadores durante el segundo tiempo. La diferencia se marcó en las áreas, donde los dirigidos por Enrique Meza mostraron todo su potencial, lo que ya es una costumbre en el estadio Hidalgo.
El de ayer fue el quinto encuentro consecutivo como locales en el que marcan tres anotaciones. Los Diablos Rojos se unieron a una lista integrada por los Pumas, los Indios de Ciudad Juárez, la UAG y el Necaxa.
En contraparte, los escarlatas sólo pudieron concretar aquella en la que Héctor Mancilla aprovechó el extraordinario servicio de Carlos Esquivel (17’).
El chileno alcanzó a Christian Giménez en el liderato de goleo individual, pero pudo salir del Hidalgo con dos tantos de ventaja… Y todavía con la etiqueta de invicto.
El Toluca decidió intercambiar golpes con el único rival que, en apariencia, podría hacerle frente en este momento. Ambos asestaron algunos, pero los Tuzos tuvieron precisión de cirujano.
En especial durante el primer cuarto de hora del segundo tiempo. En un lapso de seis minutos, los demonios ya estaban colgados, listos para ser ejecutados de nueva cuenta en la víspera del Domingo de Resurrección.
No obstante, su ariete chileno tuvo la posibilidad de soltarlos. Lo único que consiguió fue apretar aún más el nudo de sus pies.
De la Torre lo sabía: el tanto de Caballero era el final, no sólo de la triste actuación del monarca, sino también la de su paso inmaculado por el Clausura 2009. Por si fuera poco, los Tuzos le quitaron el liderato general y le demostraron que en “La Bella Airosa” hay un equipo que no se espanta con el trinche.
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