Reynosa, Tamps.-
Aunque fue convocado al Juego de Estrellas y recibió el premio al Pitcher del Año 2011, el zurdo Marco Tovar está pagando el precio de una mala temporada de los Broncos de Reynosa o quizás tener en la mente la calcificación en su codo de lanzar.
El 29 de mayo cumplió dos meses sin ganar, a pesar de que ha lanzado bien. Su récord es de un ganado y cinco derrotas, muy lejos de la forma que tuvo el año pasado.
Hace apenas unos meses, el tijuanense recibió la noticia de que tenía una calcificación en el codo, algo que impidió la firma con los Atléticos de Oakland.
– ¿Tendrá eso algo que ver con su desempeño en la temporada 2012?
“Yo sigo pitcheando igual, mi velocidad no ha bajado”, dijo Tovar en entrevista realizada en el estadio Monterrey. “Yo sigo constante. Lo que el doctor me dijo es que tarde o temprano (cuatro o cinco años) voy a tener que operarme”.
Pero esperar ese tiempo es echar por la borda la oportunidad de ir a los Estados Unidos, porque si los Atléticos lo rechazaron por eso, nadie lo querrá negociar así. Lo que necesita es una operación sencilla en la que el tiempo de recuperación no pasa de mes y medio.
Tovar sostiene que el doctor especialista en estos menesteres le dijo que la intervención consiste en abrir, limar el hueso, cauterizar y listo.
– Pero ¿quién la va a pagar?
El pelotero comenta que no ha hablado de eso con la directiva de los Broncos de Reynosa, quienes le pidieron que lanzara este verano. Tampoco ha tenido contacto con los Naranjeros de Hermosillo, su club en invierno.
Y la recomendación del doctor: ¡operarse ya! si quiere ser pretendido de nuevo por los equipos de Ligas Mayores.
Pero esa decisión no está por completo en las manos del pelotero, quien tiene que llevar el sustento a su familia, sobre todo ahora que ya es padre.
“Lo que quiero es operarme”, dijo Tovar, para seguir buscando una oportunidad en los Estados Unidos.
“Yo pienso que no hay ningún problema con la lesión. Otros se operan en el descanso de invierno y verano y siempre han tenido la ayuda (de los equipos). En mis caso sería lo mismo”, comentó.
Tovar es un muchacho descubierto en Tijuana por J.J. Bellacetín y Raúl Cano, quienes lo firmaron para los Potros en 2006.
La franquicia se mudó a Reynosa y en 2009 Tovar se convirtió en un lanzador reconocido. Los consejos de Vicente Palacios y Homar Rojas fueron importantes, pero su dedicación al trabajo es lo que lo ha sacado adelante.
Aunque de familia le viene el amor por el beisbol, jamás imaginó ser profesional. Jugó ligas pequeñas hasta los 11 años y a los 15 su papá lo llevó a los campos de primera fuerza donde fue visto por los scouts.
Dice que no era pitcher, pero su padre lo encausó en ese camino y las cosas se han dado.
“A mí me gustaba batear, pero más que nada se dio por ser zurdo. El primer juego que yo tuve en liga organizada le preguntaron a mi papá y dijo que yo era pitcher”, recordó.
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