San Francisco, Calif. / Octubre 29.-
Para el momento en que Matt Cain se bajó de la lomita (parte baja de la octava entrada), la gente de la Bahía ya festejaba el segundo triunfo de su equipo en la Serie Mundial: una blanqueada monumental, acompañada del siempre oportuno bateo de la artillería naranja, encabezada por Édgar Rentería.
Todavía faltaba entrada y media para el final del juego, pero eso no importaba, las toallas aparecieron en las tribunas en señal de victoria. Un inning después, lo que sería una apretada victoria por parte de los Gigantes se convirtió en un aplastante 9-0 que pegó duro en el corazón de los texanos, que ahora tendrán que regresar a casa a tratar de componer el camino para evitar la frustración de la barrida.
Cain, quien lanzó pelota de siete entradas dos tercios, con dos ponches, dos bases por bola y solamente cuatro imparables, borró del mapa a los “Bombarderos de Arlington”, quienes después de haber apabullado a los Yanquis de Nueva York en la Serie por el campeonato de la Liga Americana, han pasado prácticamente desapercibidos en los primeros dos juegos del Clásico de Otoño, con apenas seis hits.
C.J. Wilson, abridor de los Rangers no lo había hecho tan mal, al igual que Cain había controlado a los bateadores locales, hasta que en el quinto rollo el colombiano Édgar Rentería reventó la pelota para un cuadrangular solitario que abrió el marcador en favor de San Francisco. Antes, la suerte estuvo del lado de los Gigantes, cuando un profundo batazo de Ian Kinsler rebotó sobre la base del muro de jardín central y picó dentro del terreno, todo quedó en doblete.
En el cierre de la séptima Cody Ross aumentó la ventaja para los de casa después de sencillo productor de Juan Uribe al jardín central.
En ningún momento se presentó aviso de respuesta por parte de los texanos, quienes por el contrario, terminaron por derrumbarse en el cierre de la octava entrada debido a las constantes fallas de sus relevistas, quienes no le han encontrado el modo a la pelota en la Bahía.
Después de sacar los dos primeros outs del octavo con ponches, el relevo de Texas perdió la brújula. Buster Posey le dio sencillo a Darren O’Day. En secuencia, Derek Holland repartió tres boletos consecutivos y Mark Lowe concedió otro, forzando dos anotaciones de “caballito”. Otro par de anotaciones entraron con sencillo de Rentería (el héroe de la noche), dos más con triple de Aaron Rowand y la novena con doble de Andrés Torres.
Por primera vez en esta postemporada los Rangers se fueron con las manos vacías como visitantes. En las dos series anteriores salieron con dos victorias, tanto en Tampa Bay como en Nueva York. El tercer juego será el primero de una Serie Mundial en el feudo de los Rangers. El puertorriqueño Jonathan Sánchez abrirá por los Gigantes contra Colby Lewis por los de casa.