Ciudad Guadalupe, N.L.-
Sin contar el descalabro para los Rayados de Monterrey ante su acérrimo rival Tigres, quien se coronó antes la pandilla en el BBVA Bancomer, las autoridades policiacas reportaron un saldo blanco al terminar el encuentro de vuelta de la gran final del torneo apertura 2017.
Cuando faltaban unos minutos para que terminara el encuentro en dónde los felinos se coronaron campeones, cientos de policías salieron a formar barricadas alrededor de la cancha para evitar que los aficionados rayados invadieran la cancha.
Sin embargo no fue necesaria la intervención de los guardianes del orden, pues la mayoría de los hinchas albiazules abandonaron el recinto, igual como lo hicieron los jugadores Rayados, al terminar el encuentro.
Al exterior del ‘Gigante de Acero’ tampoco se reportaron disturbios por parte de ninguna de las dos aficiones.
Como no se esperaba, los aficionados auriazules festejaron respetando el dolor del rival que salió con la frente en alto reconociendo el triunfo de los visitantes.
En las calles aledañas al estadio del Monterrey, se vive una gran fiesta de automovilistas que pasan sonando el cláxon y ondeando banderas de los Tigres, no obstante, los pocos Rayados que quedan en la zona, sólo contemplan -con la mirada triste- el festejo de los ‘contrarios’.