Sao Paulo, Bra.-
A puertas cerradas un club de la segunda división brasileña deberá jugar sus próximos dos partidos como local, en represalia por la muerte de un aficionado que falleció al ser golpeado por un inodoro, arrojado desde un nivel más alto en los pasillos del estadio.
Paul Ricardo Gomes da Silva, aficionado de 26 años, murió el viernes durante una riña entre barras de Santa Cruz y Paraná en el estadio Arruda de Recife. Esta ciudad albergará cuatro partidos de la Copa Mundial.
La policía informó que los hinchas arrancaron tres inodoros de los baños del estadio y los lanzaron desde arriba de las gradas. Uno de ellos golpeó y mató al instante a Gomes da Silva.
Un tribunal deportivo prohibió asimismo a todos los aficionados de Santa Cruz asistir a partidos de futbol hasta que aparezca la persona que tiró el inodoro. La decisión fue tomada el domingo y anunciada el lunes.
Policías en los estadios
El episodio hizo que la presidenta Dilma Rousseff pidiese que se tomen medidas para contener la violencia en los estadios, incluida la instalación “urgente” de puestos policiales adentro de los estadios.
“En el país que adora el futbol no se pueden tolerar hechos de violencia adentro de los estadios”, dijo Rousseff en su cuenta de Twitter. “La violencia adentro de los estadios debe ser reprimida rigurosamente por las policías locales y los delincuentes deben ser llevados a los tribunales. Los estadios de fútbol son sitios donde deben prevalecer la alegría y la pasión”.
El incidente pone de nuevo sobre el tapete el tema de la violencia en el fútbol en Brasil a poco más de un mes de la inauguración de la Copa Mundial.
Las peleas comenzaron cuando los hinchas comenzaban a dirigirse a las salidas. Da Silva era hincha de Sport, rival de Santa Cruz, y estaba viendo el partido con aficionados de Paraná.
Santa Cruz niega haber cometido falta alguna y afirma que el control de los aficionados es responsabilidad de la policía.
Tomado de YouTube:
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