México, D.F.-
El delantero Raúl Jiménez asimila el vertiginoso ascenso que ha tenido en la Selección Olímpica y hasta mantiene el sueño de que el 11 de agosto le cuelgan a él y a sus compañeros alguna medalla y si es la de oro, mucho mejor.
Raúl Alonso Jiménez Rodríguez, quien nació el 5 de mayo en Tepeji del Río de Ocampo, Hidalgo, era un desconocido en el proceso de la Selección Sub 23, hasta que el técnico Luis Fernando Tena lo convocó para el Torneo Esperanzas de Toulón, realizado del 23 de mayo al 1 de junio, donde el Tricolor ganó el trofeo por primera vez.
El delantero de las Aguilas del América vive desde entonces un torrente de emociones, al decir que “primero con el llamado a Toulon, muy contento por eso, y ahora que me gané un lugar en esta lista final, todavía mucho mejor para mí y voy con el objetivo de ganar allá”.
En Toulon llegó como suplente y en el segundo juego entró de relevo por Alan Pulido, a quien desbancó de la titularidad y al final le arrebató el lugar en la lista final para los Juegos Olímpicos Londres 2012.
“Después del torneo de Toulon cualquier cosa podía pasar, sí me sorprendió un poco porque un sólo llamado bastó para eso y quiero agradecerle al profe Tena que tuvo la confianza para este llamado”, expuso.
El “Flaco” Tena explicó el por qué se decidió por Jiménez Rodríguez y dejar fuera a Alan Pulido: “Son diferentes, Pulido mide 1.75, es más rápido, va a las bandas, se mueve más, se sale del área por sus mismas características y Raúl Jiménez mide 1.85, es más de área, es más poste, es más rematador y consideramos que necesitamos más un jugador así”.
Pero el joven jugador sabe que no puede dormirse en sus laureles, al decir que “nunca puedes pensar que ya tienes un lugar asegurado porque te duermes tantito y llega otro y te quita, entonces creo que siempre eso es lo que me dio que nunca pensé que tenía un lugar asegurado, siempre jugando al cien, sin sobrarme nada, y siempre metiéndole para ganarme este lugar”.
Ahora su sueño es gigante. “Ya lo hemos visualizado, nos gustaría mucho traernos medalla de oro, ya nos imaginamos el momento en el que nos están colgando la medalla y sería muy especial para nosotros”.
“Todo me ha llegado muy rápido, tengo que asimilarlo rápidamente, así como llegan las cosas, así hay que asimilarlas para no irnos para arriba de repente y seguir manteniendo la humildad, ante todo”.
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