México, D.F. / Nov. 22
El panorama luce desolador para la Selección Mexicana de futbol. La noche parece venírseles encima luego de haber disputado la peor fase preliminar al hexagonal final desde que se instauró este sistema.
La falta de resultados fuera de casa es el motivo, situación que pone en peligro la permanencia de Sven-Göran Eriksson al frente del cuadro nacional y que obliga a realizar profundas estructuraciones en la forma de trabajo y en la relación con los jugadores.
El trabajo del sueco ya no es del agrado de la mayoría de los dueños de equipos, por ello su actitud ha cambiado radicalmente, al grado que este jueves, a su arribo a la ciudad de México, prefirió evitar a los medios de comunicación: “No hay comentarios, no hay comentarios”, dijo sin detener el paso.
Eriksson no es el único que está a la defensiva, también Rafael Márquez que, a pesar de ser el capitán del Tri, simplemente evade cualquier cuestionamiento.
Ambos, tanto Sven como Márquez, están conscientes de que el futuro no es alentador. Los 15 puntos que podría conseguir el equipo de local en la fase definitiva no serían suficientes para obtener uno de los tres boletos directos para la Copa del Mundo.
La Concacaf instauró el hexagonal a visita recíproca desde la eliminatoria rumbo a Francia 1998. En dicha instancia cosechó 18 unidades; en la fase a Corea-Japón 2002 alcanzó 17 puntos, mientras que para Alemania 2006 sumó 22, en todas consiguió por lo menos un triunfo de visita.
Un empate ante Canadá y dos derrotas contra Jamaica y Honduras es el saldo del actual seleccionado fuera de casa, por ello la preocupación de los jerarcas del balompié nacional.
Los rivales que tiene en puerta en la ronda definitiva no son fáciles, y menos aún cuando están arropados por su afición.
Ante los catrachos, el Tricolor cuenta con tres derrotas consecutivas en San Pedro Sula. Su última victoria fue en 1993 cuando le pegó 4-1.
Contra Trinidad y Tobago cosecha sólo un triunfo en los más recientes cuatro encuentros disputados en Puerto España, por dos descalabros y un empate.
Otra aduana complicada es la de Costa Rica. En la ciudad de San José tiene una victoria, lograda en el 2005, por cuatro igualadas y un par de reveses.
Con El Salvador apenas ha disputado dos partidos eliminatorios, con un triunfo por una derrota. Mientras que a Estados Unidos no le gana en eliminatoria desde 1972 cuando le pegó 2-1. Después, tiene el tremendo peso de tres tropiezos y apenas dos empates.
No es nuevo que México haya avanzado al hexagonal en el segundo lugar de su grupo, la diferencia es que antes por lo menos había conseguido una victoria de visita, lo que ahora no se logró.
La primera ocasión que el Tri tuvo que ceder la posición de honor fue al momento en que disputó el cuadrangular para la justa mundialista de 1998, cuando Jamaica consiguió 13 puntos por 12 de los verdes. En aquella ocasión, los nacionales lograron pegarle 3-0 a San Vicente.
En tanto que en Corea-Japón 2002 Trinidad y Tobago se posesionó del primer lugar del sector con 15 unidades por 13 de México. Fuera de casa, los entonces dirigidos por Manuel Lapuente se impusieron a Panamá.
Ya se ganó el boleto al hexagonal, pero el camino por andar rumbo a Sudáfrica es largo y verdaderamente sinuoso, lo que obligará a los dueños a dar una solución inmediata.