México, D.F.-
Cuando su talento rebasó lo que le ofrecía la bella Isla de Córcega, Napoleón Bonaparte decidió marcharse. Su sueño era conquistar Europa. A su manera, con atajadas y liderazgo como argumentos, Guillermo Ochoa podría emularlo durante el próximo verano.
Justo con el Ajaccio en su mejor momento (seis encuentros sin perder y fuera de los puestos de descenso), el presidente del club corso revela la promesa hecha al arquero mexicano, esa que podría dictar su futuro para la siguiente campaña.
El vínculo con el equipo galo es por tres años, mas Alain Orsoni sabe que será muy difícil retenerlo. El carismático guardameta empieza a hacerse de un nombre en Europa. Instituciones de mayor envergadura ya le buscan.
“Estoy muy feliz por la operación que hicimos”, comparte el directivo, entrevistado vía telefónica desde Córcega, Francia. “También me alegra ver que él [Ochoa] se acostumbró, aclimató. Se siente muy bien, lo cual es importante, porque es la mejor manera para lograr los resultados que todos queremos”.
“Seguramente, Memo se irá del Ajaccio, porque es normal que él pretenda jugar a niveles superiores, con un equipo que —tal vez— pueda estar en competiciones internacionales, como lo es la Copa de Europa, pero de todas maneras nos dejará un muy buen recuerdo”.
No es que sea pesimista. Le agradaría que el chico de los rizos siguiera en el plantel, sobre todo si logra eludir el descenso, objetivo que era una utopía al inicio del actual ciclo futbolístico.
Honesto, Orsoni confiesa que “el problema es que hay bastantes clubes importantes que lo están mirando de cerca”.
“Si a fin de temporada, hay uno inglés, español o francés, que quiera contratarlo… Yo le di mi palabra que, si él se quería ir a un club importante, lo dejaría”, complementa, resignado. “La decisión será suya. Ahora, es la verdad que él se siente muy bien en el Ajaccio y haremos el punto sobre eso al fin de temporada”.
Cuando podrían hacerse oficiales los coqueteos de algunas instituciones, hoy rendidas ante los encantos de un portero que ha sido determinante para que el sueño de Olivier Pantaloni y sus jugadores luzca bastante factible.
“Ya hay dos o tres clubes europeos, no franceses, que se están acercando, pero no hablaré de esto, porque cada cosa a su tiempo”, frena. “El periodo de transferencias en Francia empieza el 1 de julio… En ese momento, hablaremos con esos clubes, con Memo, quien tiene que decir lo que desea, y veremos al final”.
“Si él se quiere quedar un poquito más en el Ajaccio, sin problema lo aceptaremos [risas]”.
Lo que permitiría alargar un idilio que va más allá de la cancha. Todo empezó dentro del lienzo verde, pero —al igual que tras consolidarse en el América— el tapatío ya goza de popularidad en tierras galas.
“Mi país es mucho más pequeño, no hay tanta gente como en México, pero le puedo decir que Memo ya es una estrella”, presume Orsoni. “Está muy solicitado, admirado”.
“Todo el mundo se alegra mucho de su presencia con nosotros, y también en Francia, no sólo en Córcega, ya es uno de los jugadores más famosos del campeonato”.
La diferencia que suele marcar en cada partido le ha dado ese estatus. Se trata del hombre que concentra emociones en un grupo que jamás dudó de su capacidad.
Falta librar algunas batallas importantes, pero —tal como lo hizo Napoleón Bonaparte hace poco más de dos siglos— la mirada de Ochoa apunta más allá del Mediterráneo.
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