“La verdad es que todavía no me cae el veinte, porque no me siento ni nerviosa ni nada”, dijo Paola Espinosa apenas terminó la competencia de clavados sincronizados donde obtuvo la medalla de bronce, primera para la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Subió al podio y parecía que no sabía lo que pasaba, no asimilaba la importancia del momento. “Ya llegará el momento de darle su magnitud y disfrutar de todo esto”, aseguró la medallista.
Pero reconoció que el resultado le quita presiones. “La verdad es que los temores que pudieron existir se quedaron ahí en la prueba de sincronizados. Ahora voy libre a mi prueba individual”.
La sudcaliforniana apuntó que por el contrario, disfrutó mucho la competencia y que llegará en mejor momento a su prueba individual en la plataforma de 10 metros.
“Viví muy bien esta competencia, la disfruté, en algunos saltos un tanto nerviosa, pero sin presión. Pienso que ahora llegaré mucho más relajada y suelta a la prueba individual, con mayor confianza”, señaló la ganadora del Premio Nacional de Deportes 2007. “Todavía no me cae el veinte, porque no me siento ni nerviosa ni nada, obviamente, disfrutando el momento, pero muy tranquila”.
Fue un sueño convertido en realidad la obtención de la medalla de bronce.
“Estoy muy tranquila, lo disfruté mucho y finalmente ya soy medallista olímpica, que era lo que quería”, aseguró Espinosa Sánchez, quien destacó la labor de su entrenadora Ma Jin. “Estoy muy agradecida, ya que por ella estamos aquí y tenemos este tercer lugar en nuestras manos”.
Espinosa Sánchez adelantó las intenciones de continuar trabajando con Tatiana Ortiz en las pruebas de clavados sincronizados desde los 10 metros, ya que el hecho de sumar la experiencia de un ciclo olímpico completo, les daría la oportunidad de incrementar su nivel.
“Lo hicimos muy bien, pero queremos más, tanto ella como yo vamos a seguir trabajando para llegar a los próximos Juegos Olímpicos mejor preparadas”, concluyó.
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