Monterrey, N.L. / Enero 30.-
“Me ves y sufres”, fue el mensaje que dejó Toluca a los Tigres anoche en el Universitario (0-1), Los Diablos Rojos ya deben de darle la tarjeta de “cliente frecuente y consentido” a los felinos regios. Ya son 12 juegos sin que los norteños puedan vencer en la Liga a los mexiquenses en cualquier campo.
Y para mayor ardor en la herida fresca de los de Ricardo Ferretti, suman 459 minutos sin poder marcarle a los escarlatas en el Volcán.
Un verdadero golazo de Carlos Esquivel que se clavó en el ángulo de la cabaña de Cirilo Saucedo confirmó la paternidad toluqueña sobre los poco efectivos delanteros felinos y los millones de dólares que costaron.
Héctor Mancilla se convirtió en la pieza clave para los Diablos. Falló todo lo que tuvo de frente al arco de su ex equipo. El chileno erró a la hora buena, cuando Tigres más lo necesitaba para rescatar un partido trabado y definido por un destello de fantasía de Esquivel.
“El Tuca” sintió impotencia desde el banquillo, mientras Sergio Lugo esbozaba una leve sonrisa que terminó por explotar al término del partido.
Los de amarillo y azul insistieron y si no era Mancilla para fallar, aparecía el flamante seleccionado nacional, Alfredo Talavera, para cerrar la puerta.
La victoria es sinónimo de invicto para Toluca, que sin mayores reflectores comienza a ser protagonista y más después de llamarle “hijo” a los Tigres.