México, D.F. / Octubre 11.-
La maldición de no saber ganar en su cumpleaños se entremezcla con la empalagosa marcha del invicto Monterrey. El América de múltiples promesas y fanfarronerías, como la cima del Apertura 2010, el espectáculo futbolístico imaginado mas nunca traducido en tintes blaugranas o el anhelado campeonato, aún están muy lejos de realizarse.
El par de roscas que registran amarillos y rayados en el Estadio Azteca arroja sinsabores, porque ni las Águilas alcanzan el vuelo soñado, ni Víctor Manuel Vucetich logra convencer al público mexicano que el futbol de tantos cuidados y candados sea el que busque México camino a Brasil 2014.
Incómodo, duro de roer, el Monterrey copa cada resquicio del campo. Amarra a su oponente y lo obliga a no descuidarse ni un instante, dada la capacidad de Humberto Suazo para sacar provecho de la precipitación.
Así, aun cuando hay hombres desequilibrantes, como Neri Cardozo o Sergio Santana, todos marcan, ninguno cede. El resto, desde la sólida línea de cuatro conformada por Sergio Pérez, Basanta, Davino y Osorio, hasta los efectivos recuperadores, Zavala y Luis Ernesto Pérez, completan un desquiciante panorama frente al cumpleañero azulcrema, acostumbrado a desafortunados festejos, cuanto más viejo se hace.
A escena, con los brazos cruzados o las manos en las bolsas, el multicitado Vucetich observa su obra. Escalonados a la ofensiva, Aldo de Nigris y Suazo aguardan la ocasión de resolver la historia.
Y bajo esa fórmula, Manuel Lapuente pretende resolver el acertijo. Afanado en acabar con la marcha imbatible de los Rayados, el hombre de la escasa cabellera emplea a Ángel Reyna y Vicente Sánchez bien abiertos en los costados, mientras “Rolfi” Daniel Montenegro y Matías Vuoso se coordinan en rápidas paredes, incapaces de incomodar al Monterrey.
El tiro libre de Pável Pardo, desviado con apuros por Jonathan Orozco (8’), y un par de oportunidades en los pies de Vicente Sánchez y el “Rolfi” Montengero dan vida al primer lapso con dominio amarillo, pero sin que caiga el gol.
En la contra, la Pandilla fue más peligrosa. Lo dice el dramático taponazo del “Jagger” Martínez al momento en que De Nigris preparaba el gatillo (28’) o el balón que Memo Ochoa rechaza con el pecho, a centro de Osorio (34‘).
La prometida verticalidad azulcrema desaparece con el correr del tiempo. Las 50 mil almas en el Azteca, se preocupan más con los intentos de Suazo o de Cardozo. En la agonía, el “Rolfi” pone un balón filtrado que no logra aprovechar Esqueda, solito frente a la puerta norteña (79‘). Un minuto después, Vuoso se la devuelve a Sánchez, mas éste cruza de más su intento, en mano a mano con Orozco. Se le va la victoria al América.
Abucheado, el del cumpleaños —rezagado con 16 puntos en el subliderato del Grupo 2—, aguarda aún la fiesta y el público futbolero sigue en espera de que en el Tri aparezca un técnico con genuina ambición.
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