México, D.F. / Agosto 21.-
Añeja ilusión que materializa un grupo de jugadores para los que no existen límites futbolísticos, mucho menos geográficos.
Formar una alineación tricolor sólo con hombres que militan en clubes europeos ya no es utopía. José Manuel de la Torre tiene a su disposición material histórico para un balompié caracterizado por ser importador de talento.
El boom de los futbolistas nacionales permite al Chepo tener opciones “extranjeras” en todas las líneas, hecho inaudito para la Selección Mexicana.
La llegada de Guillermo Ochoa al Ajaccio de Francia completó el rompecabezas. El carismático portero ha roto barreras con su incursión en uno de los clubes más modestos del balompié galo, ese en el que ya empieza a marcar diferencia.
Pese a que zagueros como Rafael Márquez, Ricardo Osorio, Carlos Salcido y hasta Aarón Galindo han regresado al continente americano, todavía hay representantes para formar una defensa “europea”.
Efraín Juárez (Zaragoza), Francisco Javier Rodríguez (Stuttgart), Héctor Moreno (Espanyol) y Andrés Guardado (Deportivo La Coruña) la integrarían. Guardado cuenta con gran vocación ofensiva, pero ha llegado a desempeñarse como lateral izquierdo en algunos cotejos de la Selección Mexicana. Sus falencias en la marca son cubiertas por velocidad y entrega.
“Nosotros los mexicanos nos adaptamos rápido a algunas Ligas”, presume Juárez, para quien los maños son su segundo club en el viejo continente, tras un fugaz paso en el Celtic de Escocia. “Siempre será mejor para el futbol nacional que haya más mexicanos en Europa”.
Sobre todo si son titulares, asignatura que varios no han cumplido, aunque en ciertos casos se debe mucho más a falta de empatía con su respectivo entrenador que a carencia de nivel para hacerse de un puesto.
Giovani dos Santos es un claro ejemplo. Pieza clave en el título mundial Sub-17 de 2005, el habilidoso chico puede desempeñarse como volante por las bandas, creador de juego ofensivo o hasta delantero.
El Tottenham lo ha prestado al Ipswich Town, Galatasaray y Racing de Santander, equipo en el que confirmó lo bien que le sienta jugar en la Liga de España, debido a que es un futbol no tan veloz. Junto a su hermano Jonathan (Barcelona) y Pablo Barrera (West Ham) conformaría un mediocampo atrevido y bastante dinámico.
“Siempre será bueno que haya tantos jugadores en el extranjero”, comparte orgulloso. “Ojalá podamos seguir obteniendo buenos resultados con la Selección”.
Exportar delanteros fue un simple sueño durante mucho tiempo. Hugo Sánchez y Luis García se mantuvieron como las principales referencias goleadoras de México en torneos de élite… Hasta que llegó Javier Hernández con sus extraordinarias condiciones.
El Chicharito (Manchester United) es el ariete. Carlos Vela (Real Sociedad) y Nery Castillo (Aris Salónica) serían sus escuderos, aunque el peso ofensivo recaería en el “niño consentido” del balompié mexicano.
“Hay que tratar de hacer bien las cosas en nuestro equipo para ser considerado en la Selección y después confirmarlo cuando el entrenador nos dé minutos”, aconseja Ochoa, uno de los futbolistas mexicanos con mejor presente en Europa.
Momento que también beneficia al cuadro Tricolor, cuya marcha ha sido inmaculada bajo la conducción de José Manuel de la Torre (nueve victorias y tres empates).
José Manuel ha tenido uno de los mejores arranques en la historia del banquillo nacional, éxito para el que algunas piezas “europeas” han sido de enorme relevancia.
“Lo importante es reflejarlo en la cancha”, subraya Moreno, quien está llamado a ser el líder de la defensa nacional cuando el Káiser de Michoacán se despida. “Necesitamos demostrar por qué salimos de México en cada juego con la Selección”.
La afición considera lo mismo, sobre todo debido a que podrían cumplir un sueño abrazado durante varias décadas, el de un Tricolor histórico, al menos en cuanto a estar formado —en su mayoría— por jugadores que militan en clubes pertenecientes a poderosas Ligas.
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