Absolutamente todo conspiró este sábado en favor de los Diablos Rojos del México, quienes tuvieron que esperar 730 días para servirse ese plato frío llamado venganza.
Defensiva eficaz y espectacular, un pitcheo de esos que maniata y silencia bates, un oportuno y agresivo bateo. Todo estuvo en favor del México.
Los Diablos Rojos vencieron 7 carreras a 1 a los Leones de Yucatán en la final de la Zona Sur de la Liga Mexicana de Beisbol, tras dos años de amarguras, cortesía de los melenudos peninsulares.
Arturo López, lanzó ocho espléndidas entradas, en una salida que no tuvo quizá el arranque que él deseaba, admitiendo una carrera, que fue a fin de cuentas la única, con una jugada de selección de Willie Romero, quien con su rodado empujó a Luis el “Rayo” Arredondo, que abrió con doblete el juego.
Ese fue el breve lapso en el que la ilusión y la fe se trasladó de la ciudad de México a Mérida. Pero eso pronto habría de terminar.
En el cierre de la segunda entrada, Carlos Valencia pegó su cuarto jonrón de estos playoffs, llevándose por delante a Miguel Ojeda, embasado con boleto, para tomar una ventaja que jamás habrían de perder los rojos.
Allan Ramírez (0-2), lanzó por espacio de cuatro entradas y un tercio, donde le pegaron cuatro hits, uno de ellos jonrón, concedió cuatro pasaportes y ponchó a uno. Cargó con la derrota.
Para López (2-0), quien tras ocho innings de labor, concedió sólo cuatro hits, admitió una carrera, concedió dos boletos y ponchó a tres para acreditarse la victoria, todo fue más fácil.
En la quinta entrada, el México armó otra ofensiva de dos carreras, cuando Ramírez puso en la inicial a Iván Terrazas con base por bolas. Víctor Bojórquez dio imparable al central, con un wild avanzaron los corredores a segunda y tercera.
El cubano Amaury Cazaña recibió pasaporte intencional y Roberto Saucedo dio rola a las paradas cortas, forzando en la intermedia a Cazaña pero Oswaldo Morejón, enfatizando la paupérrima defensiva de los Leones en la serie, tiró mal a la primera base y tras la pifia timbraron Terrazas y Bojórquez para irse arriba 4-1.
Ante el delirio de poco más de 15 mil espectadores, quizá la mejor entrada en lo que va de 2008 para los Diablos, los pingos armaron otro ataque en la séptima entrada, que sepultó cualquier atisbo de reacción de los Leones.
Víctor Bojórquez, quien en la novena entrada robara literalmente un cuadrangular a Fernando Valenzuela Jr. por la barda del jardín derecho, tuvo un día mágico y emotivo.
El también llamado Flamingo, pegó un jonrón de tres carreras para poner 7-1 el juego y catapultar a los Diablos Rojos a una Serie Final por primera vez en cinco años. Ahora viene Monterrey y habrá qué ver de qué lado conspira la buena fortuna.
Discussion about this post