México, D.F. / Noviembre 20.-
Hizo el último gol que significó un título para Cruz Azul. Hace exactamente 12 años, el máximo realizador en la historia de La Máquina dio lustre a esa alegría que la legión celeste extrañaba desde 1980.
Hoy, Carlos Hermosillo observa similitudes con la versión 2009, detalles que acompañaron al campeón del Invierno 1997. De inicio, parece reflejarse en el espejo cuando habla del ariete argentino Emanuel Villa. Lo describe como si reviviera las virtudes propias que catapultaron a los cementeros en aquella remota época.
“Es [Tito] un gran rematador de cabeza, se sabe mover, es algo que a mí me gustaba hacer, como aparecer en los momentos que el equipo lo necesita”, dice el de Cerro Azul, Veracruz, con voz pausada, por esa tos seca que provoca el frío preinvernal.
Tricampeón de goleo con los azules en 1993-94, 1994-95 y 1995-96, Carlos observa otras cuestiones, además del parecido con Villa.
“Curiosamente ahora han pasado muchos años, 12 en total, algo parecido a lo que vivimos nosotros. Entonces, Cruz Azul jugó dos finales, como se da ahora, pero no siempre suele ser lo mismo”.
Y como todo cruzazulino, registra sed de revancha frente al dominio americanista, con todo y sus orígenes azulcremas. Ese duelo podría darse si los dos clubes capitalinos se topan en semifinales o la gran final.
“Mira, las paternidades y los mitos se acaban. En la Liguilla y en un clásico todo puede pasar. Cruz Azul no se ha visto bien en los últimos choques contra las Águilas, pero si se enfrentaran de nuevo, no veo que sea un tema de alarmarse. No hay que preocuparse, sino ocuparse”, dice Hermosillo.
“Cruz Azul necesitaba a un líder como Tito, como también a [Jesús] Corona y [Gerardo] Torrado, pero hay que resaltar el trabajo de equipo, porque los goleadores nos llevamos las fanfarrias, pero es muy importante la labor de los pasadores y la de Enrique Meza”.
El Ojitos dirigió a Hermosillo en el inicio de la década de los 90. “Me tuvo a mí de goleador, después a Saturnino Cardozo (en Toluca) y ahora forma a Tito Villa, lo cual es una fortuna para los chavos que están abajo. Hace una semana se lo dije a Chuletita [Javier Orozco], que le saquen provecho y le aprendan a este gran jugador”.
Nunca en la historia, La Máquina tuvo al campeón goleador cuando levantó la copa. No sucedió con Horacio López ni con Hermosillo o Sebastián Abreu. Otro mito por romper.
“Me da gusto que tengan a un goleador como Tito, es un plus, aunque la Liguilla es otro torneo y ahí tienen que salir los hombres que cargan al equipo y que suman”, sentencia.
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