México, D.F. / Abril 23.-
El mexicano Yahel Castillo volvió a experimentar la adrenalina que vivió en su primer día de entrenamiento como clavadista, en su preparación para disputar la última fecha de la serie mundial de clavados en la Alberca Olímpica.
“Me acuerdo de mi primer día, tenía siete años, no olvido el trampolín de un metro acá atrás y me gusta mucho competir aquí”, dijo. “Era mucha adrenalina, me sentía como hiperactivo, como ahorita, ya quiero que empiece la competencia”, añadió el clavadista que tendrá que esperar hasta el viernes para competir.
El camino que ha tenido que recorrer el saltarín de 21 años desde aquel momento en el que tirar clavados era simplemente un pasatiempo, ha sido largo y no siempre agradable.
En el 2006 sufrió un accidente durante un entrenamiento en China donde iba a competir en la copa del mundo. Resbaló el pie derecho, se fue de lado y se golpeó el pie izquierdo. Como resultado, sufrió una fractura múltiple en el tobillo que requirió casi un año de inactividad para sanar.
Tres años después aún tiene alguna que otra molestia.
“Quiero agradecer a mi familia, a mis entrenadores, Jorge Rueda, Stefan Marinov, a mis amigos, nunca me dejaron caer, la vida está llena de retos y si los superas te haces más fuerte, siempre es estar luchando”, dijo el clavadista a la orilla de la fosa de la Alberca Olímpica.
Castillo es uno de los pocos clavadistas en el mundo que puede jactarse de tirar un clavado de 3.9 grados en competencia, un espectáculo que los presentes en la Serie Mundial de clavados podrán disfrutar.
“Si Dios quiere que pase a la final lo voy a tirar, quiero que la gente lo vea”, dijo el clavadista, quien lleva dos medallas de bronce en trampolín individual en tres fases de la Serie Mundial.
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