México, D.F.-
El golpe que recibió Holanda ante Argentina en la ronda de penales generó un gran desconsuelo en los jugadores y en los fanáticos de la selección, así como en los familiares de los seleccionados.
Tras ser eliminados en la semifinal con un 4-2 generados desde los 11 pasos, las cámaras captaron el momento en que el holandés Arjen Robben se dirige a las gradas del Arena de Sao Paulo donde su hijo llora desconsolado por la derrota de la ‘naranja mecánica’.
Holanda se quedó a un paso de avanzar a la final, luego de que durante los 90 minutos reglamentarios y los 30 complementarios no pudieran conectar el gol pese a los reiterados intentos, principalmente al final del segundo tiempo y todo el tiempo extra.
Ahora la escuadra naranja se debatirá este sábado el tercer lugar ante un Brasil que fue vapuleado por Alemania con un contundente 7-1.
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