Natal, Brasil.-
En medio de la lluvia, pero con el apoyo de unas 300 personas, la Selección Mexicana sostuvo su primer entrenamiento, tras la victoria del viernes sobre Camerún (1-0).
La sesión se llevó a cabo en el estadio Maria Lamas Farache, conocido como “Frasqueirao”, que pertenece al Club ABC, perteneciente a la Segunda División del futbol brasileño.
Miguel Herrera separó a su equipo en dos grupos. Trabajaron de manera más intensa los 12 hombres que no iniciaron ante los “Leones Indomables”. Los titulares trotaron alrededor del campo y efectuaron labore regenerativas.
El entrenamiento fue presenciado por algunos mexicanos que vinieron al noreste brasileño para apoyar al Tricolor, invitados de patrocinadores de la Federación Mexicana de Futbol y algunos familiares de futbolistas y miembros del cuerpo técnico, como el propio “Piojo”, el auxiliar Santiago Baños, el entrenador de porteros José Torruco, además de Javier Aquino, Miguel Ponce, Diego Reyes y Paul Aguilar.
“¡Gracias por la victoria! ¡Ahora vamos por Brasil!”, se escuchó en el pequeño y descuidado inmueble (no mayor a los 15 mil aficionados de capacidad) cada que los jugadores pasaban frente a la tribuna en la que fueron colocados los invitados. “¡Brasil va a probar el chi… nacional!” fue el grito casi al final.
Esta tarde, los integrantes del combinado volverán a tener una convivencia con familiares y mañana por la mañana saldrán rumbo a Fortaleza, sede del cotejo del martes ante el “Scratch du Oro”.
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