Encuentro que no
cumplió expectativa

Guadalajara, Jalisco.-
La suerte está echada. Quien va a gobernar México a partir del 1 de diciembre se ha confrontado con otros tres, pero, como en la feria, a cada aspirante le ha ido distinto. Sin embargo, los cuatro salen a la calle a celebrar y con ello emprenden el camino de la recta final de la sucesión presidencial.
Son las 10:30 de la noche. Ha concluido una transmisión de televisión con fallas técnicas, una mecánica enredada de debate marcada por fallos del conductor, tres tandas de decires, carcomida por exposiciones aburridas y un ánimo contrario a la expectativa con la que el movimiento #YoSoy132 logró abrir la transmisión en los principales canales.
Es la noche de los festejos en la que cada cual se declara triunfador, por estrategia, y que ha sido oportunidad de mostrar a los electores cuatro propuestas, en un debate que se perfiló como el más esperado tras la irrupción de una expresión de universitarios.
En vehículos blindados y envueltos en el espejismo de los vítores de sus respectivos equipos, salen del búnker de la Expo Guadalajara que los protegió, a ellos y a sus invitados y a los consejeros del IFE y al Estado Mayor Presidencial, el cual servirá a uno de los cuatro los próximos seis años.
Josefina Vázquez Mota (PAN) entró al búnker en la tercera posición en las encuestas, y lanzó dardos a puntos débiles de sus oponentes. Uno tras otro. Fue sistemática, en contrastar y en sonreír, mirar a las cámaras y proponer. Fijó una imagen: cruzar PAN en la boleta electoral, como marcó la palma de su mano.
El candidato Enrique Peña Nieto (PRI-PVEM) llegó con propuestas, y contrastes con el gobierno que proyecta relevar. Respondió señalamientos de Vázquez Mota. Dejó sin comentar la foto en la que viaja en un vehículo de campaña con el ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, o la fama de los Moreira, cuestionada por la candidata panista.
Ante el cuchillo de palo con el que lo atizó Vázquez Mota, el mexiquense se prendió en un enojo cuando respondió al señalamiento de que su tesis profesional la dedicó a Arturo Montiel. “Fue una cortesía”, dijo, a quien era su jefe en ese momento y le brindó su apoyo para estudiar y trabajar. El puntero no sonrió, siempre serio, a veces titubeante o redundante.
Andrés Manuel López Obrador (Movimiento Progresista) fue suave al responder a las acusaciones de Vázquez Mota. Alentó risas, cuando dijo que parece más viejo de sus 58 años, porque “soy aflojado en terracería”. Pausado al hablar, enfático en comerse las “eses”, le faltaba tiempo para explicar lo suyo.
Gabriel Quadri defendió a Elba Esther Gordillo y solicitó a sus “colegas” candidatos dar respuesta a sus propuestas de campaña. No pudo negar lo que decía Vázquez Mota que un voto por él será para aumentar el poder de la familia de la lideresa del magisterio.
Y así transcurrió el debate, con una Josefina Vázquez Mota que en las ruedas del contraste y la propuesta buscó abrirse espacio en la carrera presidencial.
Con ellos estuvo el ánimo de sus invitados, además de sus familias y líderes de partidos, personajes relevantes. Con Peña Nieto estuvieron Manlio Fabio Beltrones, Francisco Rojas, quien llegó con Francisco Moreno Merino, así como Emilio Gamboa.
En respaldo a Josefina Vázquez destacaron Margarita Zavala, Santiago Creel y Ernesto Cordero.
Con Andrés Manuel López Obrador estuvo Marcelo Ebrard. En tanto, en el grupo de invitados del IFE figuró el rector de la UNAM, José Narro Robles.

Julia, ¿dónde estás?
El arranque del debate tuvo que servir para informar cómo sería la discusión. Se vio a los aspirantes con rostros morenos, por el sol de las campañas. Peña usó una corbata verde a rayas blancas; López Obrador, una amarilla; Quadri era una sombra, por su camisa y corbata negras. Vázquez Mota usó collar de perlas y traje azul.
Tomaron las papeletas con los turnos de participación, y con ello, más el tedio de la explicación de la mecánica a seguir, generaron un recuerdo por la “edecán del IFE”, la modelo deslumbrante, Julia Orayen, quien dio la anécdota del primer debate, antes de que surgiera el movimiento que cambió el ritmo en la campaña por la presidencia.