Reynosa, Tam.- La filtración de documentos sobre supuestas investigaciones contra funcionarios estatales o candidatos del PRI que luego resultan ser falsas, no es algo nuevo o reciente en la “guerra sucia” que se está viviendo en estas campañas.
Lo anterior quedó demostrado el pasado 11 de febrero de 2012, cuando el periódico The Monitor de McAllen, publicó de un reportaje sobre una supuesta investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de 39 funcionarios de la actual administración tamaulipeca.
La citada nota redactada sin firma, en inglés y que tiene como título: “Tamaulipas officials under investigation by Mexican, U.S. agencies” (Oficiales de Tamaulipas bajo investigación por agencias mexicanas y norteamericanas), se basa en un oficio fechado el 24 de enero de ese año… que resultó ser falso.
En el citado documento, Juan Manuel Llera Blanco, coordinador de la Red Federal de Servicio a la Ciudadanía de la Presidencia de la República, envía al titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI) “una lista de Servidores Públicos de la Administración 2011-2016 del Gobierno del Estado de Tamaulipas, quienes están siendo investigados por la Procuraduría General de la República”.
De acuerdo al oficio apócrifo, que cuenta con el supuesto folio F-6582602-2012, el supuesto listado “tiene relación con el expediente
PGR/UIEDF/UEIDCSPCAJ/3054-57A/2011 donde se señala la participación de funcionarios de la administración pública de Tamaulipas. Como cómplices y operadores en la investigación que se le sigue al ex gobernador Eugenio Javier Hernández Flores (sic.)”.
El problema es que este oficio es falso, lo que fue confirmado por el propio Llera Blanco, actual secretario Ejecutivo de la Procuraduría Social de Atención a Víctimas de Delitos (Províctima).
Entrevistado vía telefónica por Hora Cero, el funcionario no sólo rechazó ser el autor de ese oficio, sino que dijo que es “imposible” que lo hubiera redactado pues el 24 de enero de este año (fecha cuando supuestamente se elaboró), ya tenía más de tres meses de haber abandonado su puesto como coordinador de la Red Federal de Servicio a la Ciudadanía de la Presidencia de la República.
“Rechazo categóricamente ser el autor de ese documento”, expresó.
The Monitor de McAllen no sólo creyó la veracidad de estos documentos sin confirmar su autenticidad, sino que hasta elaboró un extenso reportaje.
Y aunque nunca reconoció que los documentos que publicó son falsos, días después de la publicación del reportaje (el 16 de febrero), el periódico anunció en su portal de Internet la renuncia de su editor, M. Olaf Frandsen.
En una nota firmada por el reportero Jared Janes, se explica que Frandsen decidió dimitir a su puesto después de 10 años de labores, para irse a dirigir el periódico local de Salina, Kansas, una población de apenas 47 mil habitantes de donde es originaria su familia.
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