México, D.F. / Abril 30.-
Hace más de dos décadas niños con apellidos y parentescos con gente del mundo del espectáculo tomaban la pantalla grande, la televisión, los escenarios y la industria musical de México.
Nombres como Diego Luna, Gael García Bernal, Ludwika Paleta y, años antes, los integrantes de Timbiriche empezaban a forjar sus nombres en el “showbussines”. El tiempo no se equivocó y dio a esos infantes la posibilidad de convertirse en grandes estrellas, pero posteriormente la producción de estos pequeños fue más discreta y aparecieron a cuenta gotas.
Actualmente y desde hace algún tiempo los actores infantiles no se encuentran jugueteando tras bambalinas, corriendo en los sets de filmación o locaciones de televisión, ahora hay que recurrir a escuelas especializadas en actuación y hasta a la misma casualidad para hallarlos.
El cineasta Gustavo Loza es un auténtico minero para encontrar talento. Sus cintas “Atlético San Pancho”, “Al otro lado” y la última, “La otra familia”, son muestra de ello.
– Infancia de película
“Para “Atlético San Pancho” vi a casi 500 niños; para “Al otro lado” ya menos. Conforme avanzo en esto, busco mis niños en la calle, en las escuelas, ahí es donde aparecen los personajes. Por ejemplo “El Frijol” de ‘Atlético San Pancho’ fue encontrado en el Metro”, confiesa el realizador que en su último filme tuvo que echar mano de su propio hijo, Bruno, para el papel infantil.
“Vi a muchos niños, Bruno me ayudaba a decir los diálogos, se los aprendió y por eso mismo. Ensayé con otros chavos, pero me entró la idea de padre de que algún día, al crecer, él podría recriminarme de por qué no lo había tomado en cuenta para hacer la película”. El director venezolano Jorge Colón recurrió a los comerciales para hallar el personaje de Lucas, niño que es hijo de Luis Roberto Guzmán y la española Lola Dueñas en la historia. “Usé a los gemelos Alan y Gael Sánchez para representar a Lucas, el niño que perdió su mamá. Uno era llamado para escenas de llanto y otro para las de alegría”, explica.
La madre de ambos niños comenta que a pesar de que sus hijos han hecho ya un par de comerciales, no está segura de que se dediquen a ello en un futuro, porque para ellos actuar y hacer comerciales “es como un juego”.
“Todo empezó por algo que hicieran en un curso de verano. Se nos hizo interesante la opción que ofrecía una escuela de actuación donde aprendieron dicción y a manejar sus emociones. Ellos siguen estudiando, esto para ellos es un pasatiempo.”
– Cazadores de talento
El Centro de Eduación Artística de Televisa o el Centro de Formación Actoral de TV Azteca tienen en su matrícula un promedio de 100 niños registrados, de los cuales echan mano para sus producciones; sin embargo, instituciones particulares son las más solicitadas para encontrar pequeños actores que participen en teatro, comerciales o filmes.
El Centro de Capacitación Artística Carlos Espejel y la Compañía de Teatro de Julissa son dos de las más solicitadas, pues incluso esta última es la responsable de los papeles infantiles en “La Novicia rebelde” o “Timbiriche el musical”, donde brillaron dos de ellas: Sarahí Meza y Karol Sevilla.
“Nos preocupamos por sacar buenos actores, más que niños simpáticos, porque cuando son niños todos son monos, pero no todos tiene talento”, explicó la también productora, quien planea hacer otra Onda Vaselina.
“Siempre me ha encantado trabajar con niños y por qué no cuando más que la inquietud sabes que traen ese extra que todo artista debe poseer”, agrega.
La televisión ya puso su maquinaria a trabajar para generar nuevas estrellas, y en “Pequeños Gigantes” esperan encontrar una veta de nuevos talentos.
“Más que un concurso se trata de generar estrellas. Esperamos hacer una nueva edición donde salgan más chavos y darle un seguimiento a sus carreras, que su experiencia no se quede sólo en el programa”, comenta Rubén Galindo, productor. La idea es sacar a algunos niños para la nueva versión de “Chiquilladas”, que se planea empezará transmisiones a finales de 2011, una oportunidad que no será para todos.
“Necesitamos mucho del apoyo de sus padres porque se trabajan seis horas con ellos. Habrá quienes tengan talento, pero no esa disposición para trabajar y también contará para la selección”, advierte ante la Ley del Trabajo que es clara en no poner jornadas mayores a seis horas de trabajo en el caso de los menores de edad, algo que en televisión es difícil de lograr.
Y mientras hay niños que sueñan con ser médicos, pilotos, veterinarios, abogados o arquitectos, hoy en día existen otros más que se dejan envolver por la fascinación del mundo del espectáculo con la incógnita a cuestas de tener un exitoso futuro.
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