México, D.F.-
Caifanes, la banda de rock mexicano que estuvo activa de 1987 a 1995 comenzó como un cuarteto conformado por Saúl Hernández, quien este viernes cumple 52 años de edad, Alfonso André, Sabo Romo y Diego Herrera, esto últimos dos abandonaron la banda en 1993 luego de lanzar sus tres primeros discos.
En 1989 se unió a la banda Alejandro Marcovich, pero eventualmente las diferencias entre Saúl y Marcovich llevarían a la desintegración de Caifanes en 1995.
La relación amor-odio de dos pilares del rock en español, Saúl Hernández y el argentino radicado en México, Alejandro Marcovich, comenzó cuando junto a Alfonso André formaron el grupo Las insólitas imágenes de Aurora, banda que se disolvió por las primeras diferencias entre el guitarrista y el músico mexicano.
El segundo raound
Caifanes comenzó a ganar popularidad con su versión de “La Negra Tomasa”, su primer disco homónimo salió en 1988 y en 1989 Marcovich se incorporó en lugar de Novelo.
Con el lanzamiento de sus tres discos clave del rock en español y que le daría la gloria eterna al grupo: “El Diablito”, “El silencio” y “El nervio del volcán.
En 1994 la historia de la banda Las insólitas imágenes de Aurora, se repitió, pero ahora con Caifanes, con mismos personajes y mismas historias.
Antes de la disolución del grupo, la tensión entre ellos era evidente cuando daban entrevistas.
Tras su último concierto como Caifanes el 18 de agosto de 1995 en San Luis Potosí, Saúl formó Jaguares, proyecto al que se unió André y ocasionalmente Romo y Herrera, por su parte Marcovich siguió con su carrera en solitario.
En 2010 y tras tantos dimes y diretes, sucedió uno de los “milagros” del rock. Caifanes volvía. Marcovich y Hernández hicieron de lado sus diferencias y anunciaron su regreso.
Ese año se presentaron en Vive Latino y anunciaron su gira 2011, la que arrancaron en Chicago.
Tercer round
En 2014 a través del sitio oficial de Caifanes, se anunció la salida de Marcovich por “motivos personales”.
Un año después el guitarrista argentino utilizó sus redes sociales para promocionar su libro “Vida y música de Alejandro Marcovich”, donde contaría “su verdad”.
En noviembre del año pasado Saúl rompió el silencio y confesó que Alejandro nunca lo consideró su amigo, además reconoció que la situación entre el músico y él ya era imposible de sobre llevar.
En dicha entrevista difundida por diversos medios de comunicación el vocalista dijo: “Alejandro piensa que soy un inepto en la música”.
Ante esas acusaciones, Alejandro respondió que su excompañero “en el terreno de la música es autodidacta, es empírico; podría decirse, improvisable. En concreto podría decir que no tiene bases teóricas, pero así ha habido grandes compositores en México, como José Alfredo Jiménez, que tienen la intuición”, declaró para una entrevista realizada por Javier Poza.
El nombre de la banda también fue otro motivo que llevó a los músicos a darse de guitarrazos en esta relación tóxica pero que a la vez, juntos generan un sonido especial.
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