Monterrey, N.L. / Junio 19.- ¡Pá pachangas, las de los Tacubos! Esta era la expresión que hace más de 15 años coreaban los fap, mariachi y hasta cumbia, en una mescolanza llamada ahora World Music.
Y el paso del tiempo no hizo nada más que mejorar la calidad del grano, quedando demostrado la noche del viernes 19 en la Arena Monterrey el porque Café Tacuba dejó ya su aroma impregnado en el Rock Nacional.
Dos horas y minutos de intensa adrenalina, sudor, buena vibra y sobre todo, calidad musical e interpretativa es el saldo favorable del paso del Tour 20 Años 20 Ciudades en el que Rubén Albarrán, alias Cone Cahuitl, Joselo, Emmanuel y Enrique se autofestejan su permanencia en la escena musical.
La jornada inició a las 21:20 horas con el sampler de la novena de Beethoven, pretexto para pasar un video de la banda desde sus orígenes allá por 1989, dejando ver el recuento de los años y el cambio de imagen en dos décadas.
Con las primeras notas de “El Borrego”, el público empezó ahora sí, a darle duro a la chancla y desgañitarse el cojote, es decir, a bailar y cantar como en enrabiados.
“Pinche Juan” y “No Controles”, una versión a la Tacuba del grupo Flans, apenas y fueron un puente para otro clásico del rock mexicano, “Alármala de Tos” un homenaje a Botellita de Jerez, uno de los muchos padres musicales de los Cafés.
Pero con “Rarotonga”, la locura casi hace venirse del verbo caer el techo de la Arena Monterrey, brincada y gritada por la fanaticada, rendida ya a las expresiones de los músicos subidos en el escenario.
Con su marcado acento defeño, chilango pa los puristas, el vocalista de Cone Cahuitl, quien usa también como alias su nombre de pila Rubén Albarrán, agradeció a loa asistentes su asistencia, y perseverancia en aguantarlos y seguirlos por 20 años.
“Muchachos, muchachas, qué buena noche, ¿cómo están todos ustedes?, los de allá arriba, qué chingón, qué chido. Para nosotros esta noche está de poca madre… Son 20 años ya y estamos agradecidos de que hayan venido a echar desmadre, que en estos momentos es lo mejor que se puede hacer, echar desmadre”.
El uso de pantallas ayudó a que las imágenes del escenario se multiplicaran durante el concierto, permitiendo que los seguidores disfrutaran en todo su intensidad rolas como “El Baile y El Salón”, “Puntos Cardinales” y “Déjate Caer”.
En memoria de los niños fallecidos en una guardería de Sonora durante un incendio, Café Tacuba les brindo esta tocada, invitando al publico a sumar energías y buena vibra.
“Aprovechando toda esta buena energía, que de alguna forma se genera esta noche, para mandársela y dedicársela a estas personas que van camino a las estrellas, que dejaron este planeta, a los chiquitos de las guarderías, desde aquí les vamos a mandar un buen baile y un buen canto para que lleguen rapidito a las estrellas”, dijo Rubén Albarrán.
La fiesta continuó con piezas claves del repertorio del cuarteto que no permitió bajar las defensas ni dio descanso_ “María”, “Ojalá que Llueva Café”, “Cómo te Extraño”, y “El Puñal y el Corazón”, mostraron el por qué siguen vigentes y actuales.
En el encoré, pasaditas las 23:30 horas, la emoción no decayó, sino que más hacia arriba, como si fuera un maratón, con el Encantamiento Inútil, Quiero Ver, La Ingrata, Eo (El Sonidero), Las Persianas y la Chica Banda / El Ciclón, para ser despedidos como héroes casi a la medianoche.
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