Cd. de México.-
Tras el fallecimiento de Araceli Bisogno, madre de Daniel Bisogno, reportan que el conductor del programa “Ventaneando” aún no conoce la noticia del deceso de su progenitora debido a que, por su delicado estado de salud, su familia ha decidido esperar para hablarle de la partida de su progenitora.
El sábado por la noche, la funeraria J. García López dio a conocer que María Araceli Bisogno Tapia perdió la vida a los 71 años.
Su deceso se produjo mientras su primogénito, el conductor de TV Azteca, se encontraba intubado por la infección que contrajo en los pulmones.
De hecho, aunque Daniel ya fue extubado, sigue hospitalizado y en aras de recuperarse, motivo por el que la familia Bisogno Tapia decidió que no llevarían a cabo un funeral para doña Araceli, por lo que sus restos sólo fueron cremados, durante el día de ayer domigo.
Ahora se da a conocer que otra de las decisiones que tomaron los hermanos de Daniel; Ivette y Alex Bisogno, así como su padre, don “Concho”, es no revelarle al conductor la noticia de que su mamá murió, debido a que eso podría impactar en su recuperación, pues se presume que ha mostrado una notable mejora.
Esta mañana, durante el programa “En venga la alegría”, Flor Rubio contó que el presentador de televisión todavía desconoce lo que le ocurrió a su madre:
“Hasta donde sabemos, por su delicada situación, Daniel no está enterado de nada de este momento tan doloroso para su familia”, precisó.
Fue a través de un comunicado que ayer, el programa “Ventaneando” confió la causa de la muerte de doña Araceli que fue hospitalizada el viernes pasado, debido a una infección generalizada que la afectó gravemente.
En una entrevista con Jordi Rosado, que Bisogno concedió hace cuatro meses, contó que antes de que las vacunas de Covid-19 fueran aprobadas para su uso de emergencia, su madre contrajo la enfermedad, a travesando una infección severa que casi le arrebata la vida, pues por la demanda hospitalaria, batallaron para encontrar un centro hospitalario donde ingresarla.
“Le dio Covid antes de que salieran las vacunas y casi se nos petatea, además yo pagando un seguro carísimo de gastos médicos mayores y no había hospitales dónde meterla, acabó básicamente en una clínica en la que la recibieron y la libró, ya vez que mala hierba nunca muere”, indicó.
Más adelante, doña Araceli contrajo por segunda ocasión la enfermedad, lo que -sugieren- mermó su salud, generando efectos fatales en la infección generalizada que produjo su deceso.