La actriz británica Keira Knightley aseguró hoy en Londres que el cuerpo es una de sus herramientas para actuar y que no tiene problema en aparecer desnuda en sus películas porque lo considera parte de su trabajo.
Durante la presentación a la prensa de su última película, “La duquesa”, Knightley explicó que en este filme resultó, incluso, divertido grabar una escena de sexo con el actor Dominic Cooper, pues no podía parar de reírse debido a que él llevaba un “pañal” como ropa interior.
La artista dijo también que el rodaje de escenas de sexo resulta “más difícil” para las actrices cuando no tienen experiencia y se comportan como “doncellas”, ya que todo les resulta embarazoso.
Asimismo, la actriz, candidata al Oscar por su papel en “Orgullo y prejuicio” (2005), indicó, entre risas, que lo que más teme del mundo del cine es responder a las preguntas de los periodistas.
Además, la estrella británica, de 23 años, negó ser un icono de la moda y confesó que alquila los zapatos de mucho tacón, pues no es capaz de andar todo un día con ellos.
Knightley, con más de 20 películas a sus espaldas, afirmó que no se arrepiente de haber dedicado tanto tiempo a trabajar ni de ninguna de las decisiones que ha tomado en su carrera profesional, ya que ha vivido “cosas increíbles”.
La intérprete de “Expiación” (2007) explicó que lleva todo este año sin participar en ningún rodaje porque, aunque no está agotada, llegó un momento en el que necesitaba descansar y preguntarse qué personajes quería interpretar.
La actriz reconoció que es una mujer afortunada porque, tras pasar parte de su adolescencia en una escuela pública de secundaria en un suburbio de Londres, su trabajo le permite experimentar los sentimientos de una rica duquesa del siglo XVIII, papel que encarna en su último filme.
“La industria del cine -apuntó- depende de la buena suerte, de estar en el sitio correcto el día adecuado y de que los proyectos funcionen, algo que nunca sabes si pasará”.
“La duquesa”, que se estrena en el Reino Unido el próximo 19 de septiembre, narra la controvertida historia de Georgiana Spencer, antepasada de la difunta princesa Diana de Gales.
La duquesa, casada con un hombre que no la amaba, trata de huir de su destino a la vez que pretende ser el centro de atención de la sociedad británica.
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