Cd. de México.-
Para los consumidores de la ropa Zara, en Estambul, Turquía, fue una desconcertante sorpresa encontrar pequeños mensajes ocultos en las etiquetas de sus prendas, con textos como “hice este artículo que vas a comprar, pero no me pagaron por él”.
Los encargados de colocar las etiquetas en las prendas fueron los trabajadores subcontratados para Zara y otros minoristas y, de acuerdo con The New York Times, en las etiquetas también se podía leer que los empleados fueron contratados por la empresa Bravo, que cerró sus instalaciones de un día a otro; además se acusó a la empresa de tres meses de sueldo que no pagó y tampoco indemnizaciones por despido.
Frente a estas fuertes acusaciones, Grupo Inditex, propiedad del español Amancio Ortega, no ha dado, hasta hoy martes, ninguna declaración ni ha querido contestar a los medios sobre esta polémica.