Cd. de México.-
Evangelina Elizondo, quien murió este 2 de octubre a los 88 años de edad, fue una artista que no sólo dejó huella en el cine, el teatro y la televisión, también en la música y las artes plásticas. Incluso prestó su voz a uno de los personajes más emblemáticos de Disney, Cenicienta, trabajo por el cual jamás recibió el pago de regalías.
“Todavía antes de su muerte siguió peleando para que le pagaran –las regalías por ese trabajo- en Estados Unidos. No lo logró porque le robaron sus derechos, desgraciadamente los derechos de intérprete no son tan reconocidos en EU como aquí. Pero las exhibidoras debieron habérselo pagado. Sí era bastante (dinero), con eso yo hubiera vivido toda mi vida de aquí en adelante”, declaró el actor Mario Casillas, de los pocos colegas de Elizondo que estuvieron presentes el lunes en el Panteón Francés de Legaria, donde fue velada.
Evangelina Elizondo fue muy clara en su última voluntad: no quería un ataúd ostentoso y deseaba ser cremada para después reposar en una iglesia cercana a su hogar, según reveló su hija Georgina Moheno Elizondo.
“No quería un cajón elegante, quiso un cajón de madera súper sencillo, eso me lo pidió desde hace mucho y eso es lo que estamos haciendo por ella”.
Tal y como lo pidió, la protagonista de películas como “La intrusa” y “Tres balas pérdidas” fue velada en un sencillo ataúd de madera en color crudo, sin adornos o acabados, rodeada de flores blancas. Sobre el ataúd los deudos y quienes los acompañaban, podían ver una fotografía de ella, en la que lucía guapa, joven y sonriente.
“Ella tenía hepatitis C desde hace mucho tiempo y se descompensó, estaba sufriendo mucho”, reveló Georgina como la causa de su muerte.
Su hija explicó que Elizondo estuvo muy lúcida hasta el final y pudieron platicar de muchos temas, a pesar de que en las últimas semanas estuvo confinada a su cama.
En el velatorio coronas de la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) y de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) flanquearon el ataúd de Evangelina, a pesar de que su salida de la última organización no se dio en las mejores condiciones y hasta fue acusada de privilegiar contratos de trabajo con TVAzteca.
En la funeraria pocos fueron los famosos que asistieron a su velorio, sólo se vio a Mario Casillas y Ernesto Gómez Cruz, quienes fueron sus grandes amigos.