México, D.F.-
Emma Watson llega a los 25 años de edad, consolidándose como una actriz joven que tiene en su cuenta bancaria una fortuna de cerca de 50 millones de dólares gracias a su interpretación de Hermione Granger en la saga de “Harry Potter”.
A los nueve años de edad Watson fue elegida entre cientos de niñas y en ocho audiciones para formar parte de la adaptación de los libros escritos por J.K Rowling y así debutar formalmente en las pantallas grandes en 2001 con un primer papel que le dio varias nominaciones y el reconocimiento internacional.
Antes de eso participó en algunas obras de teatro escolares cuando estudió en el Stagecoach Theatre Arts, pues a la edad de seis años decidió sobre lo que quería hacer en el futuro, así que comenzó a prepararse con clases de baile y canto.
Interesada también en el modelaje, la actriz británica, que vivió en Francia hasta el divorcio de sus padres cuando apenas tenía cinco años, siguió con una carrera enfocada a proyectos como los filmes “Noé”, “Las ventajas de ser invisible” y “La Bella y La Bestia”, donde encarnará a una princesa de Disney.
Enfocada en proyectos filantrópicos —en 2010 formó parte de una campaña de ropa ecológica para People Tree Fundation, más tarde posó para Mark Demsteader donando 10% de las ganancias a CAMFED International (que lucha por los derechos en zonas rurales africanas y también fue fotografiada por James Houston para recaudar fondos para Global Green en la campaña Natural Beauty— ahora es orgullosamente Embajadora de Buena Voluntad de la ONU.
“Creo que es justo que me paguen lo mismo que mis compañeros varones. Creo que es justo que yo tome decisiones acerca de mi propio cuerpo. Creo que es justo que las mujeres participen en mi nombre en las decisiones políticas que afectan a mi vida. Creo que es correcto que socialmente se me dé el mismo respeto que a los hombres”, es un fragmento que dio el año pasado en la sede de ONU en Nueva York para la campaña HeForShe.
Pese a su acertivo trabajo dentro de los sets de grabación dedicó un importante tiempo para estudiar literatura inglesa en la Universidad de Brown, en donde se inscribió en 2009. Tras un receso para estudiar inglés en Oxford, se graduó como licenciada el año pasado.
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