México, D.F.-
Eugenio Derbez ha dicho que desea proyectos que lo alejen un poco de la comedia, pero cuando recibió la invitación para El tamaño sí importa, no lo dudó.
Y eso porque lo dirigiría su amigo Rafa Lara (5 de mayo, la batalla) y estaría compartiendo set con su hijo Vadhir.
“Tiene una participación importante, puedo decir que no es un cameo”, señala divertido el realizador.
“Acá hace un personaje cómico porque en sí la película es comedia, desde el título mismo, aunque es sutil, más romántica”, destaca Lara.
El tamaño sí importa relata la vida de un joven con éxito, quien por un par de errores lo pierde todo y en ese momento, conoce a una chica (Ximena Ayala), totalmente contraria en pensamiento a lo que él estaba acostumbrado.
“Para que sepan qué papel es de Eugenio, tienen que esperar a ver la película, el próximo año”, comenta Lara.
El realizador y Eugenio se conocieron hace más de un sexenio, cuando este último conoció La milagrosa, largometraje de corte bélico dirigido por Rafa, decidiendo apoyarla en su distribución.
Ahora, considera, fue darse un chance mutuo para trabajar juntos, cosa que no quita la posibilidad de hacer algo más grande, en el futuro.
“Somos amigos, personas que nos conocemos desde antes de hacer lo que estamos haciendo, él apoyó mi carrera y siempre ha creido en mi.
“Yo lo conocí siendo un guerrero en el cine, en ese plan lo vi, y estoy preparando varios proyectos en el que esperamos, podamos trabajar en uno que no es comedia”, apunta el también realizador de la taquillera Labios rojos.
El tamaño sí importa se rodó a fines del año pasado en locaciones de la Ciudad de México, encontrándose ahora en etapa final.
“La posproducción se terminaría en el último trimestre y comenzar a ver cuál es la mejor fecha para sacarla en los cines”, expone Lara.
El efecto Derbez. Eugenio ha participado como actor en cuatro películas en los últimos 15 años.
Zurdo, donde interpretaba al padre del niño protagonista, ha sido la única sin grandes dividendos en la taquilla mexicana.
Las demás has superado los 2 millones de espectadores en salas: La misma luna y No eres tú, soy yo.
Su debut como director, No se aceptan devoluciones sobre un padre soltero, rebasó los 15 millones de boletos vendidos en México y, en Estados Unidos, se convirtió en la más vista de habla hispana superando producciones como El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro.
En planes para remake se encuentran Brasil, Francia, Inglaterra y EU.
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