Cd. de México.-
A finales de 2013 Twenty Century Fox anunciaba que un año más tarde lanzaría una cinta basada en la festividad del Día de Muertos. En ese mismo momento, Disney también estaba trabajando en un proyecto cuya historia se desarrollaba durante la misma celebración mexicana.
Los años han pasado, El libro de la vida (Book of life) se estrenó, tuvo un tibio recibimiento (generó 100 millones de dólares de los 50 que costó) y ahora es el turno de Disney de demostrar que el Día de muertos es una festividad que vale la pena que conozca el mundo entero.
Durante su visita a la Ciudad de México, la productora de Coco, Darla K. Anderson, y el guionista Adrián Molina hablaron con EL UNIVERSAL sobre el largo camino para retratar la tradición milenaria en México y si en algún punto sintieron competencia por El libro de la vida.
Adrián, quien es hijo de mexicanos y también estuvo a cargo de las letras musicales del filme, señaló que, pese a tener contextos similares, Coco y El libro de la vida son completamente distintas, razón por la que no hay que compáralas.
“Son historias muy distintas, es cierto que se desarrollan en el mismo espacio, territorio, pero esta historia es única, habla del amor de familia y de cómo perseguir ese sueño a pesar de que nadie quiera apoyarte, además quisimos que también el resto del mundo conecte con esta celebración mexicana tan maravillosa”, detalló.
Para Darla, quien viajó en diversas ocasiones a distintos puntos de la República Mexicana como Oaxaca y diversos pueblos de Michoacán explico que nunca existió rivalidad con la cinta lanzado por Fox e incluso alabó el trabajo que hicieron con su película.
Book of life es más una historia sobre un triángulo amoroso y la de nosotros habla sobre la familia e incluye una gran aventura. A nosotros nos gustó la historia de Book of life, queremos a Jorge (Gutiérrez, director de la cinta), su película es muy entretenida pero es distinta a la nuestra, visualmente son diferentes también”, indicó.
Hacer una cinta como esta no es tarea sencilla y ambos explicaron que el trabajo de investigación fue el más largo pero también el más satisfactorio, pues querían retratar esta celebración sin caer en un cliché.
“Queríamos ser respetuosos, que los mexicanos no sé sintieran ofendidos, por el contrario que vieran que estamos maravillados con su celebración y que al ver la película se dieran cuenta que lo que queríamos era plasmar lo bello que es su país y que también el resto del mundo sepa que existen estos lugares en México”, detalló Darla.